Rafa Morata proyectará este martes, 31 de enero, a las 18.00 horas en otra sesión de su cineclub, en Ceuta, ‘El cine por delante’ la obra póstuma del “maestro” francés François Truffaut.
Se trata de ‘Las dos inglesas y el amor’, dirigida en 1971. A sabiendas de que le quedaban pocos meses de vida debido a una enfermedad incurable (murió joven, con tal solo 54 años), recuperó el metraje descartado de la que él consideró su mejor película, restableció su montaje original (alterado por el distribuidor debido a la mala acogida que había tenido por parte del público) y culminó “una de las obras capitales no solo de su obra cinematográfica sino de la Historia del Cine”.
“Con esta película, he intentado exprimir el amor como si fuera un limón”, afirmó a propósito de su estreno en los setenta. Según Morata, esta afirmación tan sencilla le llevó a “sortear todos los tópicos que se le suponen a las obras románticas para exponer como pocas veces en una pantalla “las emociones amorosas de manera minuciosa y concisa: hacer una película física sobre el amor y no una película sobre el amor físico”, libre, apasionada… hasta acabar en un auténtico y bellísimo poema en imágenes”.
En la Inglaterra de 1899, Claude, un joven francés de diecinueve años, conoce a Anne y Muriel, las dos hijas de la señora que lo hospeda. En un primer momento, se enamora de Muriel y quiere casarse con ella, pero la madre de la chica les impone un año de separación. Claude regresa a París, conoce a otras chicas y rompe con Muriel. Mientras, Anne viaja a París y tiene una breve relación con Claude, momento en el que Muriel decide presentarse allí… Este es, a grandes rasgos, el argumento que queda en anécdota por la mano maestra de Truffaut y la fotografía de su colaborador habitual, el español Néstor Almendros.
¿Qué son, para el joven, una y otra? ¿Qué y cómo entiende y vive el amor cada una de las hermanas? ¿Qué encierra, qué depara el complejo, paradójico y siempre difícil conocimiento amoroso de tres seres que persiguen incansablemente el amor? Estas y otras muchas preguntas “dejan en mera anécdota el argumento de esta obra maestra, cercana y a la vez distante del espectador”.
Protagonizada por el gran alter-ego del director, Jean-Pierre Léaud, utilizando fundidos al modo de las películas mudas, con una voz en off apresurada que nos lleva de un lado al otro de la historia, los personajes hablando de cara a la cámara sin interpelar al espectador, como si ésta no existiera, unas imágenes que se graban para siempre en el recuerdo, la sensibilidad y maestría del “cineasta del amor” que fue Truffaut y la música de Georges Delerue obran el milagro.
“No falten a la cita con una de mis diez favoritas de todos los tiempos”, invita el cinéfilo Morata.
Las obras entre Los Rosales y Poblado Regulares siguen su curso en Ceuta a pesar…
Procesa trabaja para llevar a cabo acciones formativas para la ejecución del itinerario previsto para la…
Llaman poderosamente la atención unas declaraciones recientemente vertidas por varios individuos saharauis, en el sentido…
El 31 de mayo celebraba Clint Eastwood su 94 cumpleaños, con el buen humor y…
Marruecos tuvo en el siglo pasado y en el actual diversos conflictos no declarados con…
Ayer era día de desconexión y pasar a otros menesteres del sábado: limpiar casa, compra,…