“Es casi seguro que va a poder venir a recoger el premio”, confirma su hermano, Miguel Aguirre, quien habló en la noche de este jueves con el obispo, quien le expresó que ha recibido el premio “con mucha alegría y esperanza” de que sirva para visibilizar y publicitar la situación tan dramática que están viviendo allí tanto los misioneros como la población en general.
Aunque hace apenas unos días que Aguirre regresó a Bangassou y ahí las comunicaciones son complicadas, ya han podido contactar con él y darle la noticia. “Acaba de llegar a Bangassou y se ha encontrado que no tiene internet ni teléfono, por lo que las comunicaciones son muy dificultosas. Yo hablé con él ayer por la noche y apenas nos entendíamos a través del teléfono satelital”, detalla su hermano.
Fue éste quien ha confirmado que aprovechará una visita a España para un reconocimiento médico para venir a Ceuta. Y es que la salud del obispo es delicada. Ya ha sufrido tres infartos y le han colocado nueve stent en apenas dos meses. Será en una de esas revisiones cuando saque unos días para venir a Ceuta. “Ciudad, que por cierto no conoce, y que le gustaría ir”, revela su hermano.
José María Gómez-Lama, proponente de la candidatura de Aguirre al premio a través de la Policlínica Virgen de África, también confiesa estar “felices y agradecidos” porque se conozca a Juan José Aguirre y “la terrible situación que se vive en Centroáfrica, el magnífico trabajo que realiza desde hace tantos años en Bangassou y su lucha por la paz y los derechos humanos de su pueblo”.
De igual manera, da las gracias a todas las entidades y amigos que “han hecho suya la candidatura” y la han apoyado desde el principio, así como al jurado “que ha sabido valorar la figura de Juanjo Aguirre”. De hecho, Gómez-Lama cuenta la de que casualmente se encontraron con Adolfo Suárez Illana en una travesía del ferri y tras presentarse, “nos contó que al leer el dossier de las candidaturas quedó impresionado por la labor y la vida de Juanjo”, relata con orgullo el proponente de su candidatura.
Amigos y familiares de Aguirre crearon en 2003 una fundación para canalizar la ayuda
Al igual que su hermano, también ha sabido que tiene intención de venir y que esta muy agradecido con esta distinción. Incide en que es una persona humilde que no es muy dada a los reconocimientos, sino que se vuelca de manera altruista a sus proyectos sin esperar nada a cambio. Sin embargo, admite que este premio y su repercusión les permiten que pueda hacer oír su voz en defensa de su pueblo e informa que el premio económico, tasado en 30.000 euros libre de impuestos, le permitirá llevar a cabo muchos proyectos tan necesarios allí, en Bangassou. “Será magníficamente empleado”, ratifica Gómez-Lama.
Y es que Juan José Aguirre no trabaja sólo, ya que promovió la creación de la Fundación Bangassou, presidida actualmente por su hermano Miguel y que tiene sede en Córdoba, de donde es natural el obispo. Esta organización está integrada por decenas de voluntarios tanto en España y también en la República Centroafricana. Fue creada en 2003 por los amigos y familiares de Aguirre, justo para canalizar la ayuda económica y el material que lograban reunir en nuestro país para enviarlo después a África.
Todos los que la integran son personas de a pie que apoyan la causa por amistad, familiaridad o simple altruismo, como es el caso de todas las personas que desde Ceuta han querido impulsar que se reconozca la labor que allí se hace a través de la Diócesis de Bangassou, compuesta por Monseñor Aguirre y su equipo integrado por unos 30 sacerdotes, 30 religiosas y algunos misioneros laicos. “Somos parte de su retaguardia para que ellos en el ejercicio de su vocación puedan llevar a los habitantes de Bangassou la Fe, a la par que la promoción y el desarrollo mediante acciones centradas en la sanidad, la educación y el bienestar”, se describen