El rey Mohamed VI de Marruecos ha suspendido por tercer año consecutivo y debido a la pandemia de coronavirus las festividades de la Fiesta del Trono, que el próximo 30 de julio conmemora el 23 aniversario de la entronización del monarca. "En vista de la situación sanitaria debido a la pandemia de covid-19, se ha decidido aplazar todas las actividades, festividades y ceremonias previstas" para esa fecha, informó hoy el Ministerio de la Casa Real y el Protocolo en un comunicado recogido por la agencia oficial MAP. No se celebrará así, continúa la nota, la recepción que organiza el monarca y en la que asisten un gran número de personalidades, la ceremonia de prestación de juramento de los oficiales graduados de las diferentes escuelas militares, paramilitares y civiles, la tradicional ceremonia de la "beia" en la que los notables rinden pleitesía al rey, y los desfiles callejeros que atraen habitualmente a miles de ciudadanos. De estas actividades solo se mantendrá el discurso que dirigirá Mohamed VI a la nación, según indica el comunicado, que no precisa la fecha del discurso. El año pasado el monarca lo pronunció el 31 de julio, un día después de la fiesta, cuando suele hacerlo en la víspera de la conmemoración. La pandemia de coronavirus se encuentra en Marruecos en una fase de crecimiento. Según los últimos datos ofrecidos ayer, en un día fallecieron seis personas en todo el país y se detectaron 1.131 nuevos casos de la enfermedad.
Fiesta del Día del Trono: un reconocimiento al rey y al pueblo marroquí
La Fiesta del Día del Trono en Marruecos es una celebración nacional que se realiza cada año en la fecha de coronación del rey vigente. En el caso del actual monarca Mohammed VI, quien sucedió a su padre Hassan II en el año 1999, la fiesta es celebrada el 30 de julio; este año se conmemora el vigésimo segundo aniversario de su nombramiento. La fiesta se caracteriza por una serie de celebraciones y ceremonias que tiene lugar en el Palacio Real de Marruecos; acompañadas de festejos en las calles, desfiles militares y fuegos artificiales que se dan a lo largo del territorio. Según la tradición marroquí, el monarca y sus seguidores usan blanco en este día.