Testigo del día a día de la vida de los caballas, Mohamed Maimon regenta el
puesto V 17 del
Mercado Central de Ceuta, en el que ofrece a todos sus clientes las mejores
frutas y verduras. Un variado surtido de los productos de temporada frescos y de calidad, a parte de ganarse a la clientela con la mejor de las sonrisas. Se trata de una profesión que le viene por herencia familiar, ya que su padre y su tío comenzaron su andadura en él a la misma vez, que el mítico edificio abrió sus puertas, en pleno corazón de la urbe ceutí. Este diario compartió con él un tiempo agradable, durante su jornada laboral para que cuente su desempeño en este puesto, caracterizado por su buen trato. En este sentido, Maimon explicó que lleva trabajando casi toda su vida en el Mercado Central, prácticamente desde que terminó su formación en el cuartel militar: “Son más de 20 años los que llevo en el puesto. Primero estuvo mi padre Jaime, que trabajó junto con mi tío. Uno se ponía a vender, mientras otro se encargaba de reponer. Luego, estuvo mi hermano, pero no quiso continuar y al final me quedé yo”.
“Lo que busca el cliente es la mejor calidad y que no lo engañen”
El frutero, que no perdía el tiempo vendiendo, mientras atendía a este periódico, hizo un balance de la situación del negocio. Asimismo, relató que hasta la pandemia del covid-19 todo iba muy bien, porque se trabajaba mucho, pero después se nota que la situación es diferente a la de aquellos años. “El que tenga un sueldo mínimo no podrá comprar lo mismo que antes y tendrá que irse a otros sitios más baratos, pero de peor calidad, porque sino no llega a fin de mes.
Si no bajan los precios, a la gente le costará comprar más este año. Antes los que compraban 4 o 5 kilos de gambas para las comidas navideñas este año, la mitad. Está todo muy caro”, manifestó. Cliente tras otro, al que daba a probar sus productos con total confianza, Maimon señaló que a él le traen los productos los proveedores, a los que les hace los pedidos. “Me gustaría poner a la venta más productos, aunque ya tengo de todo un poco”, puntualizó. Algunos de sus fieles clientes conocen a toda la familia del vendedor y quisieron expresar unas palabras de cariño y admiración para él. “Es un encanto de persona y su familia”, comentó una de las clientas, que se deshizo en halagos para Maimon. Además, destacó la amplia variedad de productos que ofrece y luego la gran calidad.
Respecto a los alimentos de esta temporada, contó que los clientes suelen llevarse setas y los rebellones, que vienen de la parte de Málaga y otras regiones del sur de Andalucía. “Aquí se comen chumbos con pipa o sin pipa”, proclamó, mientras una compradora le pedía unos cuantos para probarlos. “Las nueces están ya a 20 euros el kilo. Estamos en una época muy mala, se nota en todo, la fruta no sale como tiene que salir, por culpa del tiempo tan inestable que hemos tenido. Las patatas, limones, cebollas, alcachofas todas están caras, hasta las habichuelas a 8 euros el kilo. Aunque hoy en día, todo el mundo dice que está muy caro, pero al final pican”, resaltó el frutero, para continuar haciendo referencia a que lo que busca el cliente es la mejor calidad y que no lo engañen, algo que pueden encontrar en este puesto del mercado. Por otro lado, aprovechó para reclamar a las administraciones correspondientes que adecenten el Mercado Central, que no se encuentra en sus mejores momentos y la imagen que presenta actualmente deja que desear. Además, reclamó mejoras en el aparcamiento de esta zona. Sin duda, una entrañable personalidad que con su jovial carácter anima a los compradores a que se acerquen por su puesto para llevarse los mejores productos de cercanía para sus despensas. “Lo que te dará Dios cada día es lo que está para ti y estará para ti”, sentenció a la despedida el frutero, que con su buen hacer alegra a los clientes y que se ganó que hoy les contemos esta historia para el recuerdo en la posteridad.