El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) pretende aprovechar 2023 para “actuar” en las escuelas infantiles y colegios de Educación Primaria existentes en Ceuta en varios sentidos. Por un lado, “adecuando, manteniendo y ampliando sus instalaciones”, pero también “valorando una mejora de los comedores escolares”.
El departamento que dirige Pilar Alegría, que solamente conserva competencias directas en las dos ciudades autónomas, se propone “buscar mecanismos que permitan incrementar las plazas de comedor escolar como fórmula para garantizar la equidad educativa y la conciliación familiar”.
Actualmente son ocho colegios (el 41,2% del total en ese nivel, ningún instituto de Secundaria) los que cuentan con ese servicio, los CEIP Maestro José Acosta, Federico García Lorca, Ramón y Cajal, Andrés Manjón, Reina Sofía, Ortega y Gasset, Príncipe Felipe y Pablo Ruiz Picasso. Su prestación ordinaria se restableció después de las limitaciones ligadas a la pandemia de la enfermedad del coronavirus a la vuelta de las últimas vacaciones de Navidad.
La Administración General del Estado convocó para el curso 2022-2023 un total de 930 ayudas para el servicio de comedor con dos requisitos para los beneficiarios: estar matriculado en centros docentes sostenidos con fondos públicos que dispusieran de este servicio y pertenecer a una unidad familiar cuya renta en el año 2021 no superara los umbrales máximos establecidos.
La inversión anual por alumno en ese tipo de ayudas en Ceuta (41,9 euros) está por debajo de la media nacional (44,4)
Según el último diagnóstico elaborado este mismo año por Save The Children sobre la extensión del servicio, la inversión anual por alumno en ese tipo de ayudas en Ceuta (41,9 euros) está por debajo de la media nacional (44,4) y muy lejos de la que se alcanza en Euskadi (108,7) o Canarias (74,9), todo ello a pesar de que las tasas de pobreza infantil locales son líderes a nivel nacional junto a las de Melilla.
La organización no gubernamental ha pedido al Ministerio que establezca el umbral de pobreza como el nivel de renta mínimo para acceder a las ayudas de comedor escolar y que asegure una plaza gratuita a cada niña y cada niño en situación de necesidad.
“En Save the Children creemos que la beca comedor es la puerta de entrada a actuaciones integrales contra la exclusión social de la infancia que combinen comedor, refuerzo educativo y ocio extraescolar, como hacen otros países europeos”, estima la entidad, que considera que la extensión del servicio sería uno de los mejores destinos que se podría dar a parte de los fondos europeos que llegarán a España hasta 2027 a través del FSE+.