Marruecos ha sacado a sus calles los carros de combate en las horas previas a la entrada en vigor del estado de urgencia sanitaria por la pandemia del coronavirus. Una medida inevitable para mantener la situación bajo control ante la amenaza COVID-19.
La aplicación de las medidas que conlleva esta orden nacional será dirigida por las autoridades locales y las fuerzas públicas (Seguridad Nacional, Gendarmería Real y Fuerzas Auxiliares). Asegurarán "el control firme de cualquier persona en la vía pública", advierte el Ministerio del Interior.
El estado de emergencia de salud, especifica el Ministerio en un comunicado, no significa en ningún caso el cese de la actividad económica, sino el despliegue de una serie de medidas destinadas a minimizar el movimiento de ciudadanos a través de la obligación. Esta condición es válida para los viajes a lugares de trabajo: administraciones afectadas y establecimientos abiertos, a saber, empresas, fábricas, actividades agrícolas, empresas que venden productos y servicios relacionados con la vida cotidiana de los ciudadanos, farmacias, bancos, estaciones de distribución de combustible, clínicas y consultorios médicos, agencias de telecomunicaciones, profesiones liberales necesarias, así como el comercio de productos de higiene.
Como tal, los viajes deben limitarse a las personas que necesariamente deben estar en su lugar de trabajo, que deben tener un certificado firmado y sellado emitido por sus gerentes en el trabajo.
También a viajes destinados a suministrar los alimentos necesarios para la vida diaria, pero dentro de los límites del perímetro del lugar de residencia.
Incluye los viaje para recibir atención médica o para obtener medicamentos de farmacias.
El Ministerio también enfatiza la naturaleza obligatoria de estas medidas y aconseja a cualquier ciudadano reacio que las sanciones estén previstas en el código penal. Antes de declarar este estado de urgencia sanitaria, las autoridades marroquíes desarrollaron una limpieza de desinfección de espacios públicos e instaron a los ciudadanos a permanecer en sus hogares.