Los militares, protagonistas en la segunda sesión de donación de sangre

Efectivos de la dotación de la Comandancia General de Ceuta están siendo protagonistas este miércoles por la mañana en la segunda sesión de recogida de donaciones de sangre y plasma en el Auditorio del Revellín del Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz. Si este martes entre las 17.00 y las 21.30 horas fueron alrededor de 140 las personas que pasaron por ese espacio, este miércoles se espera que hagan lo mismo otros tantos. Desde las 9.30 horas civiles y militares en tandas de hasta media docena de efectivos han empezado a pasar por la infraestructura, en la que la recogida estará operativa hasta las 13.30. Las donaciones de sangre son imprescindibles diariamente para la realización de múltiples tratamientos e intervenciones. Se puede donar cada dos meses, los hombres un máximo de cuatro veces al año y las mujeres hasta tres. Los requisitos básicos para donar sangre son tener entre 18 y 65 años (si se trata de la primera vez, hasta los 60), pesar más de 50 kilos y estar bien de salud. La sangre de los donantes es imprescindible para un gran número de procedimientos, entre otros tratamientos de cáncer, cirugías complejas, accidentes de tráfico, trasplantes de órganos o enfermedades hematológicas.

El acto de donar sangre es “sencillo, rápido, prácticamente indoloro y controlado médicamente”. Tanto por la seguridad de la persona donante como por la de la receptora, previamente a la donación se debe contestar un cuestionario médico orientado a detectar cualquier posible factor de riesgo. Las preguntas de este documento vienen determinadas por ley. La donación es un acto sencillo y breve que no dura más de 10 minutos durante los que se recogen unos 450 mililitros de sangre que suponen alrededor de un 10% del total que circula por el organismo de una persona adulta. Previo a la extracción se realiza una entrevista y exploración médica del donante (peso, pulso, tensión arterial y análisis de hemoglobina). De la calidad de la entrevista e interrogatorio médico, respetando la intimidad y confidencialidad de quien va a donar, depende la salvaguarda del principio de la donación sanguínea: 'No debe causar perjuicio alguno ni al donante ni al receptor'. Por último, con la toma de un refrigerio, se pone fin al acto de donar sangre. Su finalidad es reponer la pequeña pérdida de volumen sanguíneo con líquidos, mantener controlada a la persona donante para evitar desvanecimientos postdonación, gratificar de alguna manera su esfuerzo y ofrecerle la posibilidad de charlar con más donantes, fomentando el espíritu de grupo.