Ahmed Ahmed Said, sargento primero de
Regulares de Ceuta, protagonizó la tarde-noche del jueves por un
hecho heroico al salvar la vida a una madre y su hijo en la playa de la
Almadraba. El suceso se hico por la ciudad en cuestión de minutos. Ahmed, avisado por su mujer, vio cómo sobresalían del
mar y cómo la mujer intentaba rescatar y sacar a flote. La mala suerte fue la resaca y el viento de Levante que lo que provocó es que el mar se los llevara hacia dentro. En ese mismo instante, el sargento primero, “sin pensarlo” se lanzó al agua para evitar lo que podría haber sido una tragedia. Primero rescató al niño “que salió con los labios morados del agua” y después a su madre, “porque dentro del agua se desvaneció”, y le tuvo que practicar la Reanimación cardiopulmonar (RCP) para que expulsara el agua que había tragado y que pudiera volver a respirar.
Todo acabó entre llantos de emoción. La madre y el hijo están sanos y el sargento primero orgulloso de su acto porque él es “militar las 24 horas del día”.
–¿Cómo se dio cuenta de lo que estaba pasando? ¿Dónde estaba? –Yo estaba sentado con mi familia en la playa de la Almadraba y me di cuenta porque mi mujer me empezó a llamar y a avisarme de que un niño estaba ahogándose. Cuando me di la vuelta vi a una señora intentando salvar a un niño, quería sacarlo del agua pero no podía. Tenía cogido al niño con un brazo y con el otro remaba hacia la orilla, yo la veía luchando pero no conseguía sacarlo. Viendo eso, acto seguido salí corriendo y me tiré a salvarlos. Sin pensarlo.
–¿Cómo sacó a ambos del agua? –Una vez que estaba dentro del agua, saqué primero al niño porque estaba un poquito mal. Lo dejé en la arena y ya dos mujeres que no se quiénes son lo taparon con toallas y le dieron calor porque cuando salió tenía los labios morados. Estaba muerto de frío.
Después de sacar al pequeño la madre estaba ahogándose y el mar se la llevó más al fondo todavía, además se había desvanecido. Y, por segunda vez y sin pensarlo, me volví a lanzar al mar para evitar que se ahogara.
"Me he dado cuenta de que todo lo que he aprendido como militar me ha servido para algo en la vida”
–¿Necesitaron más ayuda cuando ya estaban en la arena? El niño no, pero la señora sí. Al sacarla a la orilla tuve que practicarle la Reanimación cardiopulmonar (RCP) y seguidamente comenzó a echar agua por la boca y vi que estaba recuperando la conciencia. Cuando escupió todo lo que había tragado empezó a responder a todos los estímulos.
–¿Cuánto tiempo pasó desde que vio que se estaban ahogando hasta que estaban recuperados ya en la arena? –La verdad es que no estuve pendiente del tiempo, mi misión fue salvarles. Desde que me di cuenta de que se estaban ahogando, reaccioné rápidamente y mi objetivo fue salvarles. Supongo que serían unos segundos, pero no controlé el tiempo. Pasó todo muy rápido.
–Cuando ya había pasado el susto y la madre junto a su niño estaban bien y recuperados, ¿qué pasó? –Empezaron a llorar, pero de alegría y a darme las gracias por lo que había hecho. También estuvieron muy nerviosos, pero cuando vieron que la mujer ya estaba bien me empezaron a dar las gracias. Fue un momento muy duro, aunque fue una alegría ver que los dos estaban bien.
–¿Cómo se siente después de haber salvado a una madre y a su hijo? –Para mi ha sido un orgullo y a la vez un honor el poder haber salvado a la señora y al niño, lo volvería a hacer. Fue una situación en la que respondí y al final gracias a Dios salió bien. Aunque estaba como civil en la playa, soy militar las 24 horas del día.
Para mí, mi objetivo principal, fue salvarles la vida. Fue un instinto que me salió y en ningún momento pensé en mí.
"Cuando vi que una señora y un niño se ahogaban, me lancé al mar para salvarlos sin pensarlo ni un instante”
–¿De qué le sirvió ser militar para conseguir salvarles? –En todo, lo que he aprendido en la vida y en mi recorrido como militar lo del jueves fue un ejemplo de practicarlo a la vida real.
En resumen, fue un gran ejemplo de los conocimientos que he adquirido a lo largo de mi vida militar. Me he dado cuenta de que todo lo que he aprendido me ha servido para algo.