Tras
correr distancias que superan los cuarenta kilómetros David López,
militar del
Regimiento de Ingenieros 7, vuelve a su casa de Ceuta, esta agotado, pero dentro se huele el aroma de la victoria, el de las lentejas de su esposa, y suena a épica, la que aporta la canción de la película Rocky que sus hijos le ponen para celebrar podiums y
victorias. Él es el militar que más corre. López ganó el pasado fin de semana el
Trail Los Fuertes, 42 kilómetros con duros desniveles y, en la tarde de este martes, hacía la compra tan tranquilo y ya recuperado: "Hay que comer bien para afinar, sobre todo cuando se acercan las pruebas. Algo de mano en la cocina tengo, pero lo más complicado, como pueden ser las lentejas, me las hace mi mujer". Tiene la suerte el cabo de vivir en su propia ciudad natal, donde se crió en una casa con fuerte impronta militar. Su abuelo era teniente y su padre cabo primero. "Tres de los cuatro hermanos, además, nos metimos al ejército", relata. Desde los 18 años, cuando entró en las Fuerzas Armadas, ha mantenido una intensiva preparación física y aprendido la cultura del sufrimiento, que ahora aplica más que nunca: "Cuando era chaval costaba menos el entrenamiento. Ahora, sobre todo cuando uno viene de vacaciones, se nota", abunda.
Encantado con su oficio, encuentra en él un apoyo perfecto para progresar en el gran hobby de su vida, las carreras de montaña. "Estoy muy agradecido a mis compañeros, porque siempre me echan un cable, especialmente cuando estoy preparándome para carreras como el trail y si queda algún trabajillo por hacer me cubren para que pueda mantener mi rutina". Sus métodos se tornan espartanos cuando se acercan los eventos más duros, por lo que también tiene unas palabras de reconocimiento para sus familiares por "el tiempo" que les quita. Son ellos su principal apoyo y gratificación. "Cuando entré en casa y escuché la canción de 'Rocky', que saben que me encanta, y la fiesta que me tenían montada, fui el hombre más feliz del mundo". Muchas veces le acompañan a las carreras, y le esperan "en meta". En ese lapso, López lo da "todo" sin obsesionarse con el resultado. Gestiona muchos aspectos durante las competiciones, el componente táctico, "saber cuando beber y comer", además del físico y el mental. En este último apartado ayuda "entretenerse mirando el paisaje" y pensar en lo satisfactorio del esfuerzo: "Me motivo conmigo mismo", reconoce el militar, que en 'Los Fuertes' tuvo además en mente a un compañero muy especial, al que dedica la victoria, el fallecido Darío Duzmán. Hay muchas más competiciones en el horizonte del cabo López, que espera "disfrutar" y, porque no, gozar con más recibimientos al ritmo de 'Eye of the Tiguer' y el intenso sabor de unas lentejas caseras, con mucho hierro, para el militar que más corre.