Miedo en Las Carmelitas tras el robo en un domicilio: "Se llevaron la ilusión de mi hija"

Los delincuentes también se apropiaron de joyas de gran valor tanto monetario como sentimental

“Se han llevado la ilusión de mi hija”. Así nos habla la madre de una joven de 17 años, que es discapacitada y que ya tenía fecha para una nueva operación en Madrid, después de que el pasado viernes por la noche les robaran en el interior de su domicilio, en la Barriada de las Carmelitas, todo el dinero que ya tenía ahorrado para la intervención quirúrgica. Se encuentra totalmente indignada y destrozada.

La madre nos ha contado como el robo se tuvo que producir entre las 20.00 horas y las 22.30 horas. Su hija mayor, de 17 años, se encontraba en casa de su madre. Su marido y ella, trabajando, mientras que la pequeña de 14 permanecía en la casa.

Una vivienda de tres pisos, en una de las recoletas calles de esta barriada que ahora clama por una mayor seguridad, debido al gran número de robos en el interior de las casas que se han producido durante los últimos meses.

Resulta que esta persona, que prefiere guardar su identidad, al igual que su marido, nos cuenta que habían decidido irse a cenar algo con su marido, cuando los dos terminaran sus quehaceres profesionales y que, por ello, no querían que su hija pequeña se quedara con unas amigas en la casa: “menos mal, que parece que tuve una intuición, porque entonces les hubiera cogido dentro cuando entraron a robar y cualquier sabe lo que les podría haber pasado a las niñas”.

Pues bien, nadie quedó en la casa familiar y la de 14 años también se fue con su hermana a casa de la abuela. Tras terminar de cenar, alrededor de las 22.30 horas, recogieron a las niñas y volvieron a la vivienda.

Sorpresa cuando subieron a los pisos superiores y vieron que todo estaba manga por hombro. Comenzaron a buscar y vieron que se habían llevado el dinero, no quisieron precisar la cantidad, pero se debe entender que debía ser elevada y un gran número de joyas. Debido a esa identidad que prefieren guardar no desean dar datos más concretos, unos datos de los que sí dispone el Cuerpo Nacional de Policía desde que presentaron la denuncia.

Penetraron escalando por uno de los laterales de la vivienda, pero donde la primera de las ventanas es ya casi un primer piso.

En la pared se denotan todavía la huellas de las pisadas. Por lo visto, debieron ser dos personas las que entraron dentro y una se quedó en la calle con la intención de vigilar y avisarles por si aparecía alguien. La persiana de uno de los dormitorios estaba medio bajada y debieron forzarla para entrar.

Un vecino dijo luego que vió a un joven enfrente de la casa con una capucha por encima.

Desconocen el tiempo que duró este robo y una de las incógnitas es saber como salieron de la casa, porque los agentes de Policía, los integrantes de la Científica estuvieron tomando datos el sábado por la mañana, piensan que no se salieron por el mismo lugar, debido a que hay una altura considerable.

No se descarta que bajaran hasta la planta baja y desde allí accedieron al garaje y desde el interior se puede perfectamente abrir la puerta. Están verdaderamente afectados, “porque estábamos muy ilusionados con la operación que iban a someter a mi hija. Son unos cirujanos rusos que se desplazan a Madrid para realizarla. Ya teníamos hasta el día y la hora para ingresar en el centro hospitalario”.

La hija mayor, de 17 años, nació con una discapacidad en las piernas y en los pies y lleva ya diez operaciones en este tiempo, recuperando poco a poco la movilidad, pero bastante despacio.

Ahora ha señalado que deberán volver a ahorrar para hacer frente a esos gastos tan enormes que supone una intervención quirúrgica de esas características.

En la despedida vuelve a repetir la misma frase: “Se han llevado la ilusión de mi hija”. Tardarán tiempo en recuperarse de un golpe de esta importancia.

Una barriada que ha sufrido varios robos en viviendas en estos meses

La barriada de Las Carmelitas clama por una mayor seguridad ciudadana. En poco más de tres meses han violentado tres viviendas, muy cercanas unas de otras.

El primero de ellos fue a finales del año pasado y fue la Policía Nacional la que investigó un atraco ocurrido en la calle Francisco Ribalta y en el que los autores hicieron uso de un spray somnífero para atacar a los residentes de una casa.

Los hechos se produjeron en torno a las 4.30 horas, cuando al menos un individuo consiguió acceder al interior de una casa por una de las ventanas.

Tras adentrarse en casa ajena, entró al dormitorio de los cabezas de familia en donde dormían, rociándoles con un spray que provoca el sueño con la idea de dejarlos aturdidos y así robar, llevándose objetos personales como una tablet, teléfonos móviles y dinero.

“A las 5.30 horas se despertó mi madre desubicada y mareada, cuando fue a mirar la hora en su teléfono como suele hacer habitualmente se dio cuenta de que le faltaba y al incorporarse de la cama apenas podía mantenerse en pie del mismo mareo.

Es cuando se dio cuenta de que la ventana estaba forzada y la casa trasteada”, expuso una de las personas que viven en esa casa. “Mi madre corrió asustada a la habitación de mi hermano para alertarle de lo ocurrido y cuando él salió en su búsqueda apenas pudo alcanzarlo.

Gracias a dios todo quedó en un susto y lo único que pudo llevar son objetos que simplemente solo son cosas materiales”, ha añadido.

La cabeza de familia sufrió magulladuras, pero lo más grave de todo pudo ser las consecuencias de mayor gravedad que podían haberse producido.

Pero es que hace unos quince días aproximadamente entraron en otra casa de la zona y se llevaron un ordenador y varios móviles, pero como uno de los moradores salió detrás de ellos, entonces con las prisas recuperaron uno de los teléfonos.

La propia presidenta de la barriada, Isabel Paniagua, ya viene denunciando desde hace mucho tiempo que están faltos de seguridad y que cada dos por tres existen intentos de robo queriendo penetrar en el interior de los domicilios.