Miedo al éxito

Muy buenos días!!! ¿Cómo va el comienzo de la semana?
Hoy vamos a hablar de algo que nos sucede a todos (y pocos, muy muy pocos son los que se escapan) Si, si!!! De un mal que nos acecha, que no nos deja crecer como personas, que nos impide hacer realidad nuestros sueños, objetivos e ilusiones y que condiciona nuestra vida a un ritmo tibio y a medio gas: EL HÁBITO DE LA POSTERGACIÓN. Para que nos enteremos todos, eso que llamamos “dejarlo para luego”, “hacerlo en otro momento”, “para más tarde”, “para una mejor ocasión”, “otro día”, “para mañana”, “si no hay prisa”, “con tranquilidad”, “paso a paso” y un millón de etc., etc.… en los que somos expertos en redactar!!!
¿No os resulta familiar la situación? Familiar… y penosa!!! ¿A que sí!!!?
¿Quién no ha alcanzado una cierta maestría en retrasar las acciones necesarias para alcanzar algún deseo, sueño o meta? ¿Quién no ha ido destruyendo poco a poco su propia determinación, fuerza y empuje dejando de hacer lo que correspondía y tocaba hacer en ese momento?
Triste, ¿no?. Pues veamos entonces que se oculta tras tan desagradable, limitante y nocivo hábito.
Aunque en principio nos choque un poco el entenderlo, prácticamente todos nuestros hábitos (ya sean positivos o negativos) y creencias (ya sean estas potenciadoras o limitadoras) encierran dentro de ellos algo positivo. Sí, como lo oyes!!! Aunque creamos que es algo que nos quita fuerza, nos impide continuar, nos impide actuar…, tiene una semilla positiva en su interior.
Partiendo desde este punto de vista, ahora lo que nos toca trabajar es precisamente qué hay de positivo en dejar para luego, otro momento, mañana, etc,  aquello que deseamos obtener.
Buscando ese lado positivo al hábito o a la creencia limitadora que nos atrapa podremos mirar cara a cara al problema y ver su verdadera naturaleza.
¿Os habéis parado a pensar alguna vez… qué interés puede tener el posponer de manera voluntaria aquellas acciones que nos lleven a conseguir lo que queremos?
¿Os habéis parado a pensar alguna vez… si de verdad queremos alcanzar aquello que nos proponemos?
¿Os habéis parado a pensar alguna vez… si tenemos MIEDO AL ÉXITO?
La única manera de encontrar respuestas es haciendo preguntas, y en esa línea tenemos que trabajar.
Relacionemos por un momento el hábito de postergar y el miedo al éxito. Quizás en una primera mirada no tengan mucho en común, aparentemente, pero… ¿y si nos pusiésemos a pensar que cuanto más posterguemos nuestras acciones, más lejos estará el éxito y menos afectará éste a nuestra vida?
Habrá quien piense en este momento: “Esto es una locura!!! ¿Quién no quiere tener éxito en esta vida?”
Ok, no lo discuto!!! Pero… eso es a nivel consciente ¿y subconscientemente? Eso ya es terreno desconocido!!!
Detrás del miedo al éxito se esconden creencias internas que nos ponen en aviso de lo que significaría conseguir nuestros deseos y objetivos.
Por ello, tal vez pensemos que si triunfamos algo “malo” nos va a suceder..., que si triunfamos o conseguimos aquello que queremos vamos a estar tan ocupados que no vamos a tener ningún momento para nuestra familia..., que si tenemos éxito con aquello en lo cual nos empleamos va a cambiar nuestro día a día…, que cambiarán aquellos detalles de nuestra existencia que definen nuestra zona de seguridad y confort…, que cambiarán las cosas que hasta entonces hacíamos…, que cambiará nuestra manera de ser…, que cambiará nuestra vida!!!
Párate un minuto y pregúntate si detrás de algún proyecto que tengas en mente y estés postergando en el tiempo se encuentra alguna de las creencias limitantes que te acercan a ese miedo al éxito.
¿Crees que conseguir aquello que te propones te quitará tiempo, cambiará tu modo de vivir, te alejará de tus seres queridos, te llevará a un nuevo camino que andar, cambiará tu manera de ser, te sacará de esa realidad que controlas?
Si tu respuesta es afirmativa, ahí tienes el “lado positivo” de ese indeseable hábito. Ese hábito (con toda su buena intención) te está alejando del cambio y de la incertidumbre. Te está poniendo lejos de la novedad, de un nuevo comienzo, de una zona desconocida. Piénsalo por un momento…, te está protegiendo!!!
Hay mucho que hablar acerca de esas dos materias pendientes del ser humano: EL CAMBIO Y LA INCERTIDUMBRE.
Trabaja un poco esta idea y seguro que encontrarás miedos ocultos, justificaciones y respuestas al hecho de postergar los actos y acciones que te lleven a conseguir aquello que tanto deseas.
Entonces, si asociamos el éxito con esos posibles cambios en nuestra vida, con ese nuevo camino, con ese paisaje desconocido por explorar… ¿Quién es el valiente que quiere éxito?!!!
¿Cómo nos defendemos entonces de todo ello? Pues postergando y postergando y postergando…, dejándolo para luego…, para más tarde y para mucho más tarde…, retrasando, retrasando y retrasando…, creando excusas de tiempo, espacio, ganas…, esperando esa oportunidad perfecta para comenzar…
Debemos ser valientes, debes ser valiente!!! Y mirar, y reconocer dentro de ti el complejo mecanismo creador de excusas que tienes, el ser responsable y aceptar tus miedos, mirarlos cara a cara, trabajarlos, sopesarlos, decodificarlos, reducirlos a la mínima expresión… y ponerte en marcha!!!
Ahora ya sabes algo que quizás no te habías preguntado nunca, ahora ya conoces la verdadera naturaleza de tu hábito de postergación,…ahora ya no hay excusa!!! Y si te acosa algún miedo…, al menos que no sea el miedo al éxito!!!
¿Acaso no quieres vivir tu propia vida? ¿Acaso no quieres ser libre? ¿Acaso no quieres hacer realidad tus sueños? ¿Acaso va a ser un miedo mucho más grande que tú?
La asignatura del crecimiento y desarrollo personal, cada vez más, nos irá presentando y descubriendo nuestros procesos internos, nuestro verdadero modo de pensar y actuar, y los mecanismos que nos hacen actuar de una determinada manera.
Con tales descubrimientos nos iremos conociendo más y más, nos iremos conectando con esa parte tan maravillosa que tenemos aparcada en algún rincón y que hay que empezar a desplegar y ponerla en vuelo, cada vez tendremos menos y menos excusas para empezar a vivir con total plenitud, con todas nuestras herramientas, con toda la inmensidad que tenemos innata, y cada vez nos iremos convirtiendo en los verdaderos protagonistas de nuestras vidas.
Muchas gracias.