Cuando me encontraba en la playa del Cristo lugar encantador y costero del término municipal de Estepona de la provincia de Málaga, Comunidad Andaluza, se me acercó una persona metida en una edad avanzada y me dijo: “He estado observando a tu hijo y a ti y me ha recordado mucho cuando yo venía a este lugar con mis hijos y mi mujer.
Por desgracia mi señora hace ya unos años que me dejó sólo en este mundo, murió hace ya diecinueve años, y mis hijos por los motivos de siempre me han dejado de lado y yo mientras pueda pues vendré por este lugar para poder disfrutar de un veranito más fresquito al lado del mar que es donde deberíamos de estar durante todo el año. Pero a tanto no llegamos aunque actualmente no tengo a nadie que me diga lo que tengo que hacer, estoy jubilado y también viudo y no tengo ningún tipo de cargo. Intento siempre estar al lado de la familia aunque ellos vienen de vez en cuando a mi casa de Madrid, por eso vengo a veranear aquí donde gracias a la playa que es lo que más quiero en el mundo a la vez me encuentro mucho más “agustito”, allí ahora mismo no hay quien esté en la calle y hay que estar en la casa o en los centro comerciales al lado de un aparato de aire acondicionado.
Así que mientras dura el verano yo estoy aquí en mi vergel. Hace unos días cuando me estaba afeitando en mi pisito que tengo junto a esta playa observé con gran estupor como en la parte baja derecha del espejo del cuarto de baño una cosa de color blanco se movía de una parte a otra del tresillo que tengo en la estancia de al lado del lugar donde me estaba arreglando para afrontar este día. Me quedé en principio un poco inquieto pero seguí y finalicé el afeitado y la posterior ducha. Siempre me ha gustado estar bien aliñado y presentable para afrontar el día que Dios me quiera dar.
Pero sin olvidarme en ningún momento de lo que había visto hacía unos minutos. Era como una esfera no muy grande podría tener una dimensión como de mi puño de grande de color blanco y que iba a una velocidad bastante grande, yo en principio me pareció como una pelota de tenis, o algo parecido, además como la ventana estaba abierta también me vino a la cabeza que podría haber sido algún pájaro que hubiera entrado en la casa. Cuando me vestí me fui hacia el saloncito y miré primero la zona donde había tenido el avistamiento óptico que he relatado anteriormente, poco a poco me fui desplazando o otros lugares del mismo, sin ver en apariencia nada que se saliera de lo tradicional de la estancia y llegué a la conclusión que allí no había nada de nada y que podría haber sido un producto de la imaginación mía. No le dí ninguna importancia hasta que al cabo de unos días y cuando me encontraba en pleno sueño, y mira que las personas mayores tenemos estos episodios muy esporádicos por la falta de sueño que tenemos casi todos, me vino como un soplido a la altura de mi oreja izquierda y luego me entró un escalofrío que me recorrió desde la parte baja de mi cabeza hasta llegar a la altura media de la espalda, rápidamente me vino a mi raciocinio que este instante ya lo había tenido varias veces, creí recordar en algo muy familiar, me giré ya que me encontraba boca a bajo como me gusta dormir a mi y me encontré al lado mío de la cama a mi mujer, que por cierto se encontraba preciosa con unos pocos de años menos, y me empezó a decir: “Te acuerdas de los otros días que vistes un objeto pasar por el saloncito a la altura del tresillo, pues era yo, no podía estar más tiempo sin ver como te portas en este lugar que tanto tiempo me costó que compraras hace ya creo que cincuenta años, más o menos y que siempre has estado refunfuñando que tenía muchos gastos, pero que desde siempre lo has tenido como un salcillo de bonito y arregladito.
Me gusta verte por aquí tan contento aunque yo no esté y tampoco tus hijos y nietos. ¿Por qué no les dices a ellos que quieres que te acompañen de vez en cuando?. No seas así y seguro que alguno de ellos te diría que sí en vez de tenerse que gastar el dineral que se gastan para ir a Valencia como van todos los años con lo a gusto que siempre han estado aquí. Te agradezco que no me hayas sustituido por ninguna otra mujer y que aunque estés solo no hayas traído a nadie por aquí. Se que eres muy apañado y que con cualquier cosa te haces de comer como siempre lo has hecho cuando estaba yo en vida y me querías sorprender con alguna cosita tuya. Se más sociable y habla con tus hijos de vez en cuando, hijo, que desde siempre te he dicho que eres muy malage”. Me quedé estupefacto por todo lo que había pasado y la verdad que no se porqué te lo estoy diciendo a ti. Me quedé pensativo y le dije: ”No se preocupe que estará el secreto bien guardado y mira por donde le expliqué la afición que tenía con escribir estas anécdotas en este medio y me dijo que no le importaba que lo escribiera y aquí está mi palabra”. Creo que es una narrativa muy bonita y a la vez muy elemental de presencias del otro lado que cotidianamente están con nosotros y que no nos damos cuenta hasta que ellos quieran que percibamos su presencia junto a nosotros.
La Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar…
El colegio de Educación Especial San Antonio ha querido celebrar este lunes el Día Internacional…
Este pasado sábado el club de hockey línea Bulldogs de Ceuta se desplazó a la localidad…
Después de bastante tiempo, un equipo del CN Caballa de Ceuta estará en liga andaluza.…
Un año más la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Fampa) de…
El Dragons Camoens Ceuta empezó de la mejor manera la segunda fase de la liga…