Son muchos los recuerdos que tengo sobre mi padre pero los últimos quince minutos me marcaron para toda la vida. Se encontraba sedado desde hacía casi dos meses. Pero de repente un médico me habló diciéndome que había llegado la hora. Lo iban a despertar y en breves minutos se iba a ir al más allá. Como es lógico nos congregó a todos los hermanos, mi madre la pobre no tuvo el valor de estar allí. Sólo llegó, le dio dos besos y se quedó fuera con una de mis hermanas. Cuando abrió los ojos nos dio una agradable sonrisa y nos empezó a decir: “Ya era hora de veros a todos junto a mí. Por lo que intuyo me queda muy poco tiempo en este mundo que conozco. Os digo que he sido muy feliz de teneros. Sois mis 7 soles. Y ahora mismo estoy muy calentito arropado por todos ustedes. No os olvidéis de ustedes. Poned está fecha en el calendario. No para recordarme, sino para que os reunais. Montar una fiesta en vuestro honor. La vida hay que vivirla. Estando bien. Cuando llega la hora sólo te vienen recuerdos. Pero lo principal es pensar en el día de mañana. Hoy sólo será un día negro. Los demás deben de ser una convivencia. Tengo poco pero repartirselo como buenos hermanos. No dejéis sola a vuestra madre. Le hace falta mucha compañía. Tendréis una agradable visita estos días. Tratarla como vuestra hermana mayor. Es muy especial. Tiene unos poderes sobrenaturales que podéis aprovecharlos. Pero le hace falta vuestra compañía. Bueno llegó la hora de quedaros solos. Ella os conducirá hacia un bien social muy bueno. Ya lo vereis. Estoy muy cansado dejad que duerma para siempre”.
Fueron sus últimas palabras. Imagínate cómo nos quedamos, por un lado llorando la pérdida de nuestro padre. Ya que aunque vinieron las enfermeras y luego los médicos a los pocos minutos nos dieron la pesada noticia de que había fallecido. Yo particularmente me derrumbé. Estuve mucho tiempo con el pesar pero debía de seguir mi vida. Tenía mujer y tres hijos y una profesión, la militar y esto no debía de achicarme. Pero a los pocos días recibí una llamada de mi madre. En ella me ponía en antecedente de que estaba con una persona. Yo le dije que en cuanto pudiera me acercaría. De hecho vivía a unos minutos de donde estaba mi residencia, pero tenía guardia de fin de semana en el cuartel.
Luego después de ducharme el lunes y dejar las cosas en casa me personé en casa de mi madre y me encontré a parte de ella a una persona vestida de negro, con la misma cara de mi padre. Me dio un vuelco el corazón. No estaba viendo visiones era él. Mi madre abrió el fuego diciendo: “Jaime te presento a tu hermana mayor”. Yo me quedé de piedra. Ella me invitó a sentarme y después de decirme que se llamaba María del Carmen me ofreció para que leyera un sobre blanco. Nada más ver el remite observé cómo era la letra de mi padre y además ponía su nombre y apellidos. En su interior se leía: “Te tengo que confesar una cosa. No eres hija única. Tienes más hermanos, fruto de otra relación que he tenido. Te doy la dirección. Ellos se portarán muy bien contigo”. Era un día de sorpresas. Pero era más que obvio que era mi hermana. Me presenté, le di dos besos y ella me empezó a contar su vida. “Tengo unos recuerdos muy bonitos de papá. Sólo lo veía unos días en agosto. Dependiendo de los años 5 o 6. Mi madre me contaba que estaba trabajando mucho para que no nos faltara de nada y por eso sólo venía a casa esos días del año. Yo la verdad que lo asimilé. Aunque mis compañeras de clase desde pequeña me advertían que no podía ser muy normal eso. Yo me cree un mundo paralelo. Además te digo que tengo una facultad muy grande. Soy capaz de hablar con personas del más allá”.
Yo por las palabras de último testimonio de mi padre me quede en silencio y reflexionando. Cuando salí de allí tenía que saber que lo vivido era real. Me puse de atleta y me metí casi dos horas de carrera y andar. Es mi forma de pensar. Es muy fuerte lo que había vivido. Esperé que viniera del trabajo mi mujer y encontrar el momento adecuado. Se lo puse el problema encima de la mesa y las palabras de ella fueron las que yo me esperaba. Tantos años de convivencia hace esto. Quería ver por sus propios ojos lo que yo le estaba diciendo. Propuse ir a verlas el sábado y así nos invitaban a comer. Dos pájaros por un solo tiro.