Mi Dios de madera abandonado

Es en esta clara mañana de julio, en este enclave privilegiado, en este reducto de tierra tocado por el dedo de Dios, donde quiero comenzar agradeciendo a Jesús, mi discípulo aventajado, su talante, su coraje y santa paciencia para acompañar mis trajines cofrades, no sólo hoy, sino tantos días de ayer y los que han de venir en un futuro.

El ha sido y es el báculo donde me apoyo para caminar por el duro y suave sendero de estos caminos de Dios que juntos hemos recorrido. Fue un derroche de cariño, lo que hizo para con mi persona cuando el Viernes de Dolores pasado tras concluir el Viacrucis conmemorativo del 75 aniversario fundacional de la hermandad del Encuentro, me tenía preparada la sorpresa de dejarme vestir, engalanar, adornar, más aún si cabe, la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, ese momento en la sacristía del Santuario de Santa María de África, cuando vi la túnica bordada al abrir el galán portatrajes fue especial, ¡cuántos recuerdos!, ¡cuántos años vividos junto a El!...
...gracias Jesús por tu entrega generosa a estas tareas cofrades tan ingratas y tan desagradables en algunos momentos, y tan gratificantes en otros muchos...

...que valiente hay que ser
Pa' convertirse en amante
De esa traidora mujer
Que te enamora y confía
Pa' apuñalarte después...

Esa mujer llamada Hermandad, cofradía, Semana Santa, hermandad de gloria o de penitencia, romería, o como quieras llamarla, esa que te enamora y confía, que te enreda en sus redes y te hace cautivo de su presencia en cada momento de tu vida, que tantas ingratitudes te tiene preparada y tantos sinsabores...

...¿y por que tenemos a Jesús
Tan cerquita día y noche?,
¿Por qué tenemos un joven
Que la mima sin reproches?

¿Será que este hombre fue
Desde niño fiel infante
Que quería con desvelo
Ser buen hijo de su Madre?
Sí, de su Madre del cielo
Que en la tierra lo cobija
Y le pidió sostuviera
En sus manos su semilla,
su semilla Nazarena
Que de los cielos bajó
Para ser Dios Nazareno
Y ser Divino Pastor,
Divino Pastor de almas
Que en la tierra van perdías
Y que va enseñando a todos
El sentido de sus vidas.
Ese sentido no es más
Que saber ver con los ojos
Y también sabe' escuchar
Lo que llega a los oídos
Cuando se abren a La Paz,
 a La Paz que nos proclama
Cuando nos dice a porfia
Que es la Verdad y el Camino
Y el Sentido de la Vida.

Esta historia comienza con 25 años de menos, cuando vi unos ojos embelesados asomando por la mesa del paso de palio de  la Sacratísima Virgen de la Esperanza, mientras yo me dedicaba a enmarcar su rostro con finos encajes de Bruselas, serían las once de la noche aproximadamente cuando lo invite a subir al paso, le dije: “Ven acércate a mi lado, verás como aquí se ve mejor”, lo planté sobre un lado de su peana y creo que fue allí donde quedó prendado de su belleza, allí se llenó para siempre de Esperanza, allí fue haciéndola cada vez un poco más suya y a la vez un poco menos mía, el lo entiende, y con eso basta, ni que decir tiene que envidio sanamente su labor callada, diaria, abnegada, comprometida con todo aquello que yo le inculqué en sus primeros pasos cofrades. Lo envidio, pero le doy gracias a Dios porque existe el relevo generacional, quizás un poco prematuro, pero así son las cosas de la vida. Así son y así deben continuar, él en su sitio y yo para ayudarle cuando mis deberes laborales y familiares me lo permitan...
...pero dejémonos de penurias que me agobio, y eso es lo último que pretendo, debemos seguir para delante, debemos seguir luchando por encontrar la Verdad, y ya sabemos que LA LUCHA POR LA VERDAD ES UNA LARGA PACIENCIA...
...Paz y Alegría, este es el mensaje de San Francisco de Asís para el mundo, vivir en la Paz y la alegría que nos da el Evangelio. A él le gustaba cantar como los juglares de su tiempo, así le pido yo a Dios me permita disfrazar de juglar de la Baja Andalucía para cantar poemas sencillos que os hagan entender la Verdad.
¡Ayúdame, ayúdame, ayúdame Señor a caminar!. Ayúdame a caminar por ese tortuoso camino que es el difícil sendero de la vida, Tú ya me lo dijiste en tierras manchegas: “La Lucha por la Verdad es una Larga Paciencia”. Paciencia, sí, paciencia para saber aguantar y soportar los golpes duros de la incomprensión y los salivazos de la incultura que acaban por demoler a grandes hombres con cabezas de oro y pies de barro que olvidan que el andamiaje que apuntala su frágil cimentación se llama VERDAD.
Sí, Verdad, Camino y Vida y Luz y Sal y Alegría..., pero nosotros nos olvidamos a veces de esa verdad y nos aferramos al lado oscuro de la fuerza..., ¡qué fácil es dejarnos seducir por su astuta lengua viperina!, ¡qué fácil es caer en esa red pegajosa de muerte y corrupción tejida por ese sauro esquelético que nos ofrece la manzana de la tentación!. ¡Estad despiertos, velad nos dice el Señor!. ¡No os durmáis para no caer en la tentación pues el maligno está siempre acechando para hacernos caer en sus redes!, ¡Si, hermanos, el ángel caído existe!, esa dulce compañía que nos hace caer  una y otra vez creyendo poseer la verdad velada por los brillos fugaces de su perversa presencia...
Ese ángel caído
Que se acercó a nuestro Antonio
Y lo intentaba llevar
por los caminos del odio,
Del odio y la corrupción
Que su dinero le daba
Y huyendo de su traición
Hacia Dios los apartaba,
Los apartaba con gracia
Y con divina locura
Que hizo que con más fuerza
Sujetara la criatura.
Esa criatura divina
Que en un portal nos nació
Y se hizo un gran Hombre
Para ser el Salvador.
El Salvador de este mundo
Que del cielo nos bajo
Para llenar nuestra tierra
Con su ternura y su amor
Ese amor que nos derrocha
Y nos reparte a porfia
Para qué tengamos PAZ
Y también sea nuestra alegría.

Alegría de vivir
En esta tierra española
Que llegando el mes de junio
Se ha vestido de señora
De señora caballita
Que por el mar nos unió
Con ese buen franciscano
Que de Portugal bajo
Para ser como el Cordero
Que por nosotros murió
Y quería con desvelo
ser un mártir de su Dios,
Pero el Padre no lo quiso
La palma no corono
Pero si fue fiel vicario
Del Cordero y del Pastor
Que nos trajo al franciscano
Para ser nuestro timón.
Nuestro timón y vigía
Que en el Hacho se anidó
En una pequeña ermita
Que su pueblo levanto
Esa casa pequeñita
Que en su interior guardo
Al qué es rey del universo
Por ser el Hijo de Dios.
Ese Dios que es uno y trino
Y que nos trae con amor
A su Madre portuguesa
Para ser otro timón,
Otro timón y gran vela
Para nuestro galeón
En el que un día llegara
La que es Madre de Dios,
Esa mujer pequeñita
Que sostiene con fervor
al que es Rey del Universo
Por ser el Hijo de Dios.
Ese Dios que es uno y trino
Y que a la calle salió
Custodiado por su pueblo
Como Santa Comunión,
Como Santa Comunión
Que nos deja como ofrenda
En los Sagrarios de Dios
Para qué puedan honrarlo
Y pedirle su favor.

¡Ay, Señor que por agosto
Vas muerto con su calor!
¡No me digas que estas muerto
Pues yo he oído tu voz!,
Esa voz que desde el cielo
Ya es todo un gran clamor
Que nos habla misterioso
Y nos da su bendición,
Que repite letanías
A la que es Madre de Dios
Acompañado por ángeles
Que le escoltan con amor,
Con amor de fieles hijos
Que custodian su DOLOR,
Su dolor glorioso y santo
Por ser la Madre de Dios.
¡Ay, Señor que vas dormido
En los brazos del amor,
Del amor y la ternura
De la que es Madre de Dios!.
Yo te pido por mi pueblo
Que le des la bendición
Cuando en junio salgas presto
de nuestra Iglesia Mayor.

No te olvides de tu Madre
Que también lo es de Dios
Y que por ser tan perfecta
Es la Reina del Amor,
Del amor de sus cofrades
Que la miman con fervor
Cuando la sacan con gracia
Por las calles del dolor,
Del dolor y la sonrisa,
Mira tu, ¡qué sinrazón!
Que la que llora se ríe
Porque sabe que su amor
No está muerto entre sus brazos
Sino que resucito
Y que juega entre las manos
De su Antonio el pecador
Pecador que con dulzura
Sostuvo con gran fervor
A ese Niño pinturero
Que es chiquito, pero es Dios.

Por eso ya lo sabéis
La PAZ que El nos dejo
La reparte por el mundo
San Antonio con amor
Para ser rica alegría
Que nos mima el corazón
Aunque en ese negro VALLE
No se entienda ese fervor
Y se deniegue a su Madre
Ser Rosario en procesión,
En procesión mañanera
Que a los niños enseño
A ser mejores cristianos
Y buenos hijos de Dios,
Y a sus padres y vecinos
Poquito a poco acerco
Hasta la que es nuestro refugio
Y nos cuida el corazón,
La que reparte su PAZ
Desde el Hacho con amor
Para qué podamos dar
A nuestro pueblo el amor
Que le deniegan foráneos
Que serán su perdición,
Esos profetas falsarios
Que sólo traen corrupción
Y sólo dejan en Ceuta
Su Soberbia y malhumor,
Su soberbia envenenada
Que nos mancha el corazón
Y hacen que con más fuerza
Se refuerce ese traidor
Ese ángel malherido
Que nos lleva sin temor
Por los caminos oscuros
De la envidia y la traición,
De soberbia envenenada
Que aparta el corazón
De la PAZ que nos reparte
San Antonio con pasión,
Con pasión de fiel cofrade
Que hasta Ceuta nos llego
Para ser buen franciscano
Que nos mimé el corazón,
Y lo aparte de soberbias,
De negrura y sinrazón,
De cobardes escondidos
Que destruyen sin temor
Todo lo que se ha creado
Con cariño y con tesón
Por parte de buenos hermanos
Que lucharon con amor
Por llevar a sus amigos
Las manos de su Señor,
Esas manos bien atadas
Por el odio y la traición
De aquellos que con soberbia
Lo apartaron sin razón
De esa cuesta del Otero
Donde brilla el resplandor,
Resplandor en el Otero
Del Cautivo por amor
Que derrocha valentía
Al llevar con El el sol
Que nos ilumina el día
Y las noches de ilusión
Por tenerlo siempre en casa
Donde nunca por error
Debió salir a la calle
Para perder su prisión
Y ganar otra cobarde
Que le oprime el corazón.

Queridos hermanos en Cristo y su Amantisima Madre, Nuestra Señora de los Dolores, ilustres cultivadores y mantenedores de la fe y nuestras tradiciones en esta tierra nuestra, la muy Noble , Leal y Fidelísima. Siento una gran pena en el alma mía al tener que escribir de nuevo unas pocas letras una vez más en este ilustre diario local, El Faro de Ceuta, aunque sea desde la diáspora, y sobre la mala suerte del Señor de Ceuta. Expreso a todos el testimonio de mi más alta estima y consideración, reconociendo la importancia de lo que hacéis y lo que sois. En efecto, en la cultura de hoy se refleja una tensión entre el presente y la tradición, que a veces adquiere forma de conflicto. La dinámica de la sociedad absolutista del presente, aislándolo del patrimonio cultural del pasado, sin la intención de proyectar el futuro. Pero a pesar de los pesares, aquí estamos, a pesar de unos y otros, laicos y clérigos, aquí seguimos, fieles a El, el Alfa y el Omega y a su querida Madre mujer de Dolores, cuya alma ha sido traspasada una vez más por la espada de la Soberbia, el rencor y la malicia. Pero ya sabemos que nuestro camino no es un camino de rosas, es un camino de Cruz para alcanzar la gloria...
...Queridos hermanos, imitemos al Santo Cura De Ars, tengamoslo muy presente e imitemosle cuando rezaba así a su Dios, nuestro Dios: “Concédeme la conversión de mi parroquia, y yo acepto sufrir todo lo que Tu quieras durante el resto de mi vida”. Él hizo todo lo posible para sacar a las personas de la tibieza y conducirlas al amor, imitemoslo y sigamos su ejemplo dentro y fuera de nuestra vida cofrade. Siento que en estos días de soledad me acompañan la devoción y el afecto de todos los fieles que van a verlo cada viernes, siguen sus pasos cansados desde Getsemani hasta el Otero cada Sábado de Pasión, o le besan sus pies llagados cada primer viernes de marzo. Gracias a la comunión espiritual de la Iglesia, en mi pensamiento llevo hasta tus plantas de Padre Bueno y Humilde, las preocupaciones y las esperanzas de nuestro tiempo y los sufrimientos de la humanidad herida, los problemas del mundo, y sí Dios quiere los pondré como oración sincera, alfiler a alfiler cuando vuelva a ceñirte tu túnica sagrada cuando Tu quieras...
...Todavía queda patente en el ambiente los sones de la banda de la Amargura acompañando tu mortecino caminar la tarde-noche del Lunes Santo caballa, y el eco de aquella saeta que se clavó en tu humillado y herido corazón por el grave pecado de la soberbia, el rencor y la discordia iconoclasta...
...¡Lo que somos  con caridad, pero también con energía!, ¡defendamos lo que decimos ser con obras y no solo con palabras!, nos amparan siglos de existencia y seguiremos existiendo porque la fe es capaz de mover montañas, por muy profundamente sencilla que sea esa fe. Encendamos la Luz de Cristo en nuestras vidas para que en ella encuentren cobijo aquellos que lo necesitan, invitemos a entrar a todos los que no entienden, para enseñarles, desde dentro, el porque tiene sentido que estés entronizado en tu Casa de Hermandad o el derroche de emoción contenida tras tus andas el sábado soñado,el porque se aúnan esfuerzos para crear un patrimonio que no pertenece a nadie, pero que es de todos los ceuties, el porque es perfectamente compatible esa supuesta ostentación con la lucha diaria por aquellos que no tienen nada, por la justicia social y por la PAZ de nuestro entornó.
Mostremos de una vez por todas, la realidad de que nuestra sangre, sudor y muchas, muchísimas lágrimas andan el camino de cada año y que todo lo que se consigue es gracias a la entrega, al esfuerzo y al trabajo de muchísimas personas que están porque creen en lo que hacen. Seamos auténticos cofrades en el amor a Cristo, en el amor a la hermandad y en el amor a nuestros hermanos. Porque solo así conseguiremos vivificar la madera de la imagen que veneramos. Esa debe ser nuestra consigna y nuestro afán de cada día en la hermandad:  darle vida a la madera, ser imaginería del amor para que en nosotros encuentren el latido del Corazon de Cristo que le falta a la imagen inerte que reposa sobre un indecoroso tablero cubierto por una tela en una esquina del Templo catedralicio juntó a la triste y desgraciada imagen de su Divina y Dolida Madre.