“Fomentar la participación infantil y juvenil en actividades socioeducativas que promuevan el desarrollo intelectual y la mejora del rendimiento académico” y “demostrar la verdadera convivencia existente entre culturas en Ceuta”. Esos son los objetivos de los proyectos que han sido elegidos por la Consejería de Educación, Cultura, Juventud y Deporte como beneficiarios de las subvenciones convocadas para el desarrollo de actividades dirigidas a la Comunidad Islámica este 2023.
El primero, bajo el título ‘Educando: TIC TAC TEP’ ha sido presentado por la asociación Metamorfosis, que percibirá algo más de 27.000 euros para su desarrollo. Al segundo (“de carácter cultural, educativo y de integración social de las entidades, comunidades y lugares de culto pertenecientes a confesiones religiosas), del Centro Sociocultural Iman Warsh, se dedicarán casi 14.000 euros públicos.
La Ciudad reservó en sus Presupuestos de este año 60.000 euros para “fomentar la participación de asociaciones y entidades públicas o privadas en el desarrollo de proyectos y actividades socioculturales dirigidos a la Comunidad Islámica al objeto de ampliar los recursos existentes para cubrir sus necesidades dentro del ámbito educativo y sociocultural, impulsando el avance de los principios sociales básicos en una sociedad multicultural”.
Dos de las propuestas recibidas han sido excluidas al no alcanzar la puntuación mínima establecida en las bases de la convocatoria.
El de ‘Metamorfosis’ incluirá este año como novedad la implementación de sesiones de hábitos de vida saludable y seguirá apostando por la realización de talleres “como herramienta y fin para el aprendizaje de diversos conceptos importantes y necesarios para combatir el fracaso escolar” en un contexto como el de la barriada del Príncipe, marcado por la “extrema vulnerabilidad” que le confieren sus elevadas ratios de pobreza, exclusión social y fracaso o abandono de las aulas.
La iniciativa que será subvencionada por el la administración no pierde de vista “como cuestión generacional” que “es importante no descuidar las nuevas formas de relaciones sociales y que las tecnologías de la información y la comunicación son las bases de la sociedad actual y en ellas se basa la vida y las relaciones sociales diarias”.
Por ello hará especial hincapié en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), del aprendizaje y el conocimiento (TAC) y para el empoderamiento y la participación (TAP). Todas se trabajarán “de forma transversal” en el desarrollo del proyecto.
En paralelo, “uno de los conceptos más importantes en el currículo educativo de este proyecto es el desarrollo de ‘aprender a aprender’ y conceptos de inteligencia emocional que tan útiles serán a los beneficiarios (30 alumnos de Primaria y Secundaria de manera directa y 200 personas si se suma a su entorno más próximo) para incrementar sus aptitudes en su vida educativa y en su vida diaria”.
El Centro Social del Príncipe Alfonso será el espacio en el que se pondrán en marcha talleres de concienciación ambiental (sobre reciclaje, cambio climático, fauna y flora local...), pero también de ocio y tiempo libre o de refuerzo educativo.
El proyecto, que contará con dos voluntarios y dos personas contratadas, arrancará en octubre y se prolongará todo el curso con reuniones los lunes, miércoles y viernes en un doble turno.
El proyecto de ‘Iman Warsh’ plantea la impartición de clases de árabe y español, así como de apoyo escolar, de alfabetización para mujeres, de memorización del Corán, sobre la importancia de la mujer en el Islam, etcétera.
También propondrá programas de apoyo social, excursiones culturales, actividades sobre qué es el Ramadán y su significado, encuentros intergeneracionales, conciertos y representaciones de teatro, charlas y conferencias con especialistas sobre temas de actualidad como la violencia o el consumo de drogas...
En el ámbito del deporte incorporará disciplinas inclusivas en eventos para niños y jóvenes “sin distinción de credo”, así como en excursiones y actividades medioambientales.
“Nuestro principal interés es la población de Ceuta en general y en particular las personas en exclusión social y los grupos vulnerables, así como la prevención del fracaso escolar, la adicción a las drogas y el alcohol”, explica el proyecto subvencionado de una entidad que tiene su sede en Hadú y que persigue favorecer “la convivencia de todas las poblaciones sin importar edad, etnia, confesión y cultura”.
La Ciudad convoca desde hace años a través de la Consejería de Educación, en la que suelen radicar las competencias en materia de relaciones con entidades religiosas, un programa anual de subvenciones en régimen de concurrencia competitiva cuyo objeto es “la ejecución de proyectos o actividades educativas y socioculturales dirigidas a la Comunidad Islámica” de forma prioritaria, aunque no en exclusiva.
La finalidad de dichas ayudas es “fomentar la participación de asociaciones y entidades públicas o privadas en el desarrollo de proyectos y actividades socioculturales dirigidos a la Comunidad Islámica al objeto de ampliar los recursos existentes para cubrir sus necesidades dentro del ámbito educativo y sociocultural, impulsando el avance de los principios sociales básicos en una sociedad multicultural”.
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