El
Mercado Central de Ceuta ha sido uno de los sitios más afectados económicamente desde que se decretó el Estado de Alarma por la crisis sanitaria del
coronavirus, pero con el Plan de desescalada del Gobierno han ido levantando sus negocios día a día.
FaroTV ha estado en el Mercado este sábado por la mañana para conocer cuál es la situación real de los trabajadores. El frutero Mustafa cuenta que está siendo una jornada movida, aunque sus clientes siguen con miedo. “Normalmente, los fines de semana son buenos porque viene vienen a por todo lo que no compran durante la semana”. Este sábado, cuenta el frutero, “está acudiendo más gente al Mercado. Está siendo un buen día porque han venido bastantes personas”. Además, él como trabajador pide que se le realice la prueba del COVID-19 porque está en permanente contacto con muchos clientes y tiene miedo a que pueda ser contagiado: “Pido a la Asamblea que nos hagan el test del coronavirus porque somos vulnerables porque estamos en contacto con la gente y me gustaría que se hiciera el test”.
Respecto a la pescadería, ha desaparecido la valla que ha estado semanas controlando el aforo para conseguir que se mantuviera la distancia de seguridad. Los pescaderos como Abdelatif agradecen este cambio, lo han notado en las cuentas: “Sí, era mucho peor la valla porque acumulaba a la gente y no les dejaba pasar. Entraban de uno en uno pero desordenados y los clientes se liaban. Así que ahora es más libre y corre más el aire”.
En la carnicería de Abdelmalik Abselam se está más animado por su clientela. Va y viene, pero sobrevive. Su percepción es que con la reapertura paulatina de más comercios, los compradores se animan más a ir al Mercado: “Antes la gente venía más porque estaban abiertos más comercios. Está todo fresco, así que animo a todos los ceutíes a que vengan al Mercado”. Sus clientes son más precavidos y, sin decirles nada, ellos guardan las distancias de seguridad “sobre todo, por lo sucedido hace unas semanas. Ahora el ambiente general es de precaución. Éramos la envidia de España y por dos tonterías, hemos conseguido que vuelva el virus. Nadie se fía ni de su sombra”. Él también está de parte de los demás comerciantes. La prueba del coronavirus es necesaria porque piensa que es buena para él y para los demás.
En la carnicería de Sorah Mohamed, según su percepción, no hay casi gente. Anima a los ceutíes a que vuelvan a comprar en el Mercado Central, aunque nota el miedo al virus entre sus clientes. Ella ve que este fin de semana “la gente ha venido poco, muy poco a la carnicería” porque, piensa, “todos tienen miedo y por eso suelen llegar temprano, para no juntarse con otras personas”. Las percepciones entre los comerciantes son diferentes, pero todos animan a que el mercado se llene y se venda todo el producto fresco que llega a nuestra ciudad.