Las historias de familias a las que por una u otra razón ha separado el coronavirus son más de las que nos gustarían. Muchas, de marroquíes con residencia en España a los que su país no deja volver a su casa para pasar el confinamiento en familia. Pero, a pesar de que la mayoría de españoles ya ha vuelto a sus casas, hay muchos que no.
Marta Soldevila Viciano y su familia son de esos españoles que se han visto obligados a elegir entre volver y estar separados o permanecer juntos en un país que no es el suyo. Son una familia española de tres miembros. Su hija de tres años, Amira Salem Soldevila, y ella son españolas de nacimiento, pero su marido, Mohamed Salem, es marroquí, aunque reside en España desde hace más de diez años. Viven en Denia, Alicante.
Actualmente están atrapados en Tetuán. “Teníamos previsto volver en tres semanas, pero con el cierre de fronteras, llevamos ya nueve. Hemos intentado volver, pero el ofrecimiento que se nos hizo desde el consulado era repatriarnos a mi hija y a mí solamente. El viaje era desde Casablanca, a 400 kilómetros de Tetuán, y con destino a Madrid, que está a otros 450 kilómetros de Denia. Todo ese viaje con mi niña pequeña, además de un elevado costo económico”, comentó.
“Desgraciadamente este país no tiene un sistema sanitario como el nuestro”
Esta situación les está afectando psicológicamente. “Nuestra hija está sufriendo un cuadro de enuresis y a nosotros nos está afectando la angustia de la separación de nuestra familia. Mi padre es grupo de riesgo y con patologías previas y mi madre es sanitaria en una residencia de ancianos”, continuó en esta entrevista.
Además, le preocupa la salud de su hija porque necesita revisión pediátrica y la vacuna correspondiente según el calendario sanitario, pero “también porque vemos cómo aumentan en el país (Marruecos) cada día las personas infectadas por COVID-19 y desgraciadamente este país no tiene un sistema sanitario como el nuestro”, prosiguió.
Otro problema más es la situación económica de esta familia. Empieza a ser “insostenible”. “Yo estoy parada y mi marido, de momento, en un ERTE, pero con el inicio de la fase de desescalada, empezará a trabajar ya y no podemos perder el trabajo”, relató.
Por eso piden al Gobierno de España que baraje la posibilidad de fletar algún ferry para repatriar a sus compatriotas. “He leído por prensa y por redes sociales que hay más familias en territorio marroquí en nuestras mismas condiciones o incluso peores. Hago este llamamiento por todos nosotros. Estamos a escasos 40 minutos de Ceuta”, contó Marta.
“Después de estar ocho semanas diciéndole diariamente a mi hija que el barco está roto y por eso no podemos volver a nuestra casa, ya la desesperación empieza a hacer mella en nosotros y me gustaría que esta situación terminara de una vez y decirle que volvemos a casa”, concluyó lamentando su situación.
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