El presidente Juan Vivas ha pronunciado esta Nochebuena el mensaje institucional de la Ciudad Autónoma de Ceuta en el que ha destacado que en estas Navidades “vamos a echar de menos muchas cosas queridas y entrañables, pero tiene que ser más Navidad que nunca, tiene que serlo en nuestros corazones y voluntad porque ahora es cuando más necesitamos ese espíritu: necesitamos amor, humildad y esperanza”.
El 2020 ha sido un año marcado por la tragedia del COVID-19, un virus que se ha llevado muchas vidas además de provocar infinidad de dolor, sufrimiento, sacrificio y ruina. Una realidad que el presidente no ha obviado en su discurso porque estas Navidad serán distintas. “Vamos a echar de menos los besos y los abrazos, las comidas numerosas con familiares, amigos, compañeros… Nuestras plazas y calles abarrotadas el día 24, la Cabalgata de Reyes, la Carrera de San Silvestre. Pero será Navidad”, ha enfatizado el jefe del Ejecutivo.
El amor al prójimo, especialmente a quienes sufren, es uno de esos valores que Vivas ha ensalzado en su discurso, “a quienes han perdido un ser querido y quizá no han podido ni tan siquiera despedirse. Solidaridad con quienes están padeciendo la enfermedad. También a quien ha perdido su puesto de trabajo, a quien ha tenido que cerrar su negocio o vive angustiado por la incertidumbre porque no sabe qué ocurrirá en el porvenir inmediato”.
Pero, ¿cómo demostrar el amor a la vida en estos momentos en los que nos azota este virus tan letal? Vivas recuerda que mediante un comportamiento “precavido, prudente y responsable” para evitar su contagio y así proteger “nuestra salud, la de nuestros seres queridos y vecinos”. En definitiva, haciendo valer ese amor a la vida que en estas Navidades de la pandemia, “se tiene que traducir en una actitud cívica para combatir la propagación del virus”.
“Esta tierra es un lugar de respeto y encuentro entre personas de distintos credos todos al abrigo de una misma ley, una misma patria y una misma bandera”
Vivas ha hecho hincapié en el amor, “el motor del mundo”, y en particular al prójimo, al más vulnerable y al necesitado. Pero también amor a esta tierra que ha descrito como “fecunda, profunda, generosa, solidaria, amable, hospitalaria, mágica y que es lugar de encuentro, de respeto, de concordia, de convivencia entre personas de distintos credos, culturas y razas, todos al abrigo de una misma ley, una misma patria y una misma bandera”. Antes de finalizar, se ha detenido en el amor a España, “la patria común e indivisible de todos los españoles. Nuestra razón de ser”.
“Necesitamos la humildad para tender puentes, buscar el acuerdo y procurar la unidad de todos para servir de la manera más eficaz posible”
La humildad es para Vivas otra de las claves de la Navidad, “para no tirar nunca la primera piedra ni reconocerse superior a nadie y actuar en consecuencia”. Tener humildad para “reconocer los errores y pedir perdón cuantas veces sea necesario” así como para “tender puentes, buscar el acuerdo, procurar la unidad de todos para servir de la manera más eficaz posible al objetivo común de luchar contra el enemigo común del virus y, en definitiva, para ser más fuertes”.
La última virtud que el presidente de la Ciudad asocia al espíritu de la Navidad, pero no por ello menos importante, es la esperanza: “La necesitamos para, en este túnel en el que nos encontramos, encender una vela en vez de maldecir la oscuridad”. Vivas reconoce que tenemos “motivos para la esperanza” porque Ceuta es un pueblo que ha forjado “su carácter a base de superar dificultades, de coraje y valor para resistir en muchas ocasiones y ahora, estoy convencido, también lo hará”.
“Son muchas las fortalezas y oportunidades que podemos aprovechar para juntos poder salir adelante”
Vivas ve esos motivos para la esperanza porque son “muchas las fortalezas y oportunidades que podemos aprovechar para juntos y, remando todos en la misma dirección, poder salir adelante”.
Para finalizar, Vivas ha felicitado la Navidad y ha asegurado que tenemos “motivos para la esperanza” invitando a los ceutíes a buscarla.