La vida de Eduardo Lara y también la de su pareja, Pilar Estremera, cambió por completo un miércoles, 3 de febrero. Fue ese día cuando Eduardo, que trabajaba como auxiliar en la Farmacia Ares en Puertas del Campo, en Ceuta, pasó a convertirse en paciente tras recibir una impactante noticia: había dado positivo por
coronavirus. Eduardo, un hombre de 41 años, "deportista y sin patologías previas" según ha explicado su mujer a El Faro de Ceuta, pasó a ser uno de los ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos del
Hospital Universitario de Ceuta. Presentaba décimas de fiebre y deficiencias respiratorias, síntomas comunes en la enfermedad. El calvario que tuvo que atravesar ha llegado, afortunadamente, a su fin cuando este domingo pudo abandonar la UCI tras haber obtenido un resultado negativo.
Sin embargo, y aunque el traslado se produjo en torno a las cinco de la tarde de ayer, el
Instituto Nacional de Gestión Sanitaria publicaba este lunes en su actualización de datos que la UCI continuaba saturada. Es decir, con las siete camas que están disponibles para casos de coronavirus, completas. Ahora, a Eduardo le han trasladado a planta y tanto él como Pilar "no podían estar más felices".
"Quiero que esta historia sirva para concienciar a la gente de que todo puede cambiar cuando menos te lo esperas", explicaba, ahora más relajada, su pareja. Ella no puede olvidar que todo esto le ha ocurrido a una persona "sana y joven", algo que les ha recordado que nadie puede, ni debe, "bajar la guardia". Incluso aunque la campaña de vacunación ya haya comenzado y el hartazgo por la duración de la pandemia, como era previsible, se apodere a veces de nosotros.
Eso sí, su mujer agradece "enormemente" el trato recibido por el personal de UCI, de quienes dice haber recibido "los mayores esfuerzos" independientemente del turno que fuese o el personal que le asistiese. "Todos los sanitarios que nos han atendido lo han dado todo de sí mismos para conseguir que, finalmente, Eduardo pueda estar hoy donde está". Pilar y Eduardo ahora se encuentran juntos tras tantos días separados y esperan a que él se recupere por completo lo antes posible. En ellos queda el recuerdo de la "cruda realidad" que se vive a diario en el Hospital y que ahora han podido comprobar, desgraciadamente, de primera mano.