Menos alarmas y milongas

Yo también muestro mi enérgico rechazo a la visita de Cosidó, Don Ignacio, a Melilla. Sepa Sr. Hassan Mohatar (CPM) que somos muchos los que sin ser musulmanes, nos sentimos ofendidos.
Han pasado dos años y tres meses desde aquel día en que verbalizó “ que los musulmanes son un peligro para la democracia”, generalizando y metiendo en el mismo saco a todos sin excepción. SÍ, eso dijo este diputado del Congreso, miembro de la Comisión de Defensa y del PP, atizador del pensamiento FAES. Se le pide por activa y por pasiva, que se retracte y no lo creo, pues sus compañeros de viaje le animan, le avalan, reproduciendo el “miedo al moro”, sobre todo a los que comparten la cuerda. ¿A qué radicalismo temen?, cuando lo son de sobras alimentando el racismo y la xenofobia.
Hay quienes añoran los tiempos gloriosos de cruzada al infiel, el espíritu templario, viendo peligros  infundados por tratar a todos como “yihadistas” irredimidos. Y este señor está aquí participando en las Jornadas de Desarrollo y Seguridad , invitado por (se puede deducir) y a cargo del bolsillo de todos los melillenses, incluidos los peligrosos.  ¡Manda güevos y viva Guatemala! .
Don José María López Bueno se ha lucido, invitando a semejante bodrio derechón, pero claro esta democracia se lo permite para gozo de unos y repulsa de los ofendidos por justicia. No se preocupe que aparte de que conste su memoria justificativa del “bienhacer” para justificar las pelas, otros nos encargaremos de mantener la llama de la memoria reciente, de semejante oprobio.
¿Cómo nos podemos entender con un radical cristiano, que corrompe la esencia de la convivencia: respetar al diferente y no hacer juicios que generalicen y humillen con tanta vileza?
Pero es que la cosa no queda aquí, que ya es fuerte. Releyendo noticias de días pasados, me llama poderosamente la atención, Muñoz Sánchez, Don Leopoldo, presidente de la Asociación de Militares Españoles. Manifiesta en una conferencia en el Centro Cultural de los Ejércitos, que en Melilla y Ceuta hay una “quinta columna, dentro de nuestro ejército. Que teniendo en cuenta la “amenaza de mundo islámico contra todo lo occidental, cabe ser tremendamente cauteloso  y así evitar otra reconquista ibérica.  Y yo me digo, ¡leche con la quinta columna, qué poderío! Esto es gravísimo, pues pone sobre sospecha a todo musulmán español, o simplemente paisano bereber.  Con buen tino el medio de comunicación digital en el que bebo la fuente, ha mantenido escasas horas en primera plana la noticia, y no me quiero preguntar ¿por qué habrá sido?. Me conformo con su acertado tino, por su carga de injusticia e indecencia.
Todavía hay mentes militaristas que añoran los tiempos heróicos de los espadones, los golpes de Estado, la carrera de África para acumular méritos, galones, estrellas y bastones. Menos mal que la democracia también ha inundado y ha formado generaciones de hombres y mujeres comprometidos con la defensa y la Paz,  y no todo vale a través de la guerra y el conflicto.  No vale el argumento de que al potencial enemigo, se le acojona con el número, siendo necesario el doble de efectivos. Esto no es jugar a los barquitos, recordar las tácticas de Waterloo, El Alamein y Jena. Pero, considero justo poder “chochear” militarmente analizando, mejor en residencias de ocio y relaje.
De todas maneras, recomiendo a algunos serviles asociados, los que comparten el pensamiento y verborrea del Presi Leopoldo, puedan gozar  de la canción “Aquellos soldaditos de plomo” del argentino Víctor Heredia, rogando se abstengan los no rojeras o demócratas de salón, pues solo es para gente inteligente, pacífica, chachi piruli.