Unos 250
menores marroquíes han sido trasladados desde la nave del Tarajal hasta el albergue provisional de Piniers que ha tenido que reabrirse para desmasificar las instalaciones próximas a la
frontera de Ceuta. Los niños han llegado en autobuses esta misma noche y ahora permanecerán en este punto el tiempo que sea necesario. El dispositivo se ha puesto en marcha después de la realización de pruebas de detección del
virus a todos los niños y los trámites efectuados por la
Policía Nacional para avanzar en la identificación de todos en el marco del proceso iniciado para intentar esa reagrupación familiar. Muchos padres han reclamado a sus menores, que marcharon engañados a nuestra ciudad. En total hay 700 menores y este mismo miércoles representantes del Ministerio Fiscal acudieron a ver las instalaciones del Tarajal para constatar el estado en que se encontraban. La situación sobrevenida ha sido de tal gravedad que ha sorprendido a una Ceuta incapaz de reaccionar ante la presión ejercida por
Marruecos.
Un trabajo a contrarreloj para reabrir el centro provisional
Las administraciones han estado trabajando a contrarreloj para intentar dar una solución. Piniers se habilitó como centro provisional durante la pandemia, pero hace solo unos días se había clausurado con el traslado de todos sus residentes al centro de La Esperanza. Poco ha durado la clausura, porque a toda prisa se ha tenido que buscar un albergue para evitar las condiciones en las que se encontraban los menores en las naves, durmiendo incluso sobre estanterías. Esta noche, a bordo de distintos autobuses, 250 de estos niños han sido evacuados, permitiendo una mejor disposición del resto de acogidos. Además se ha procedido a la limpieza de la nave. La situación tan extrema se ha derivado de la forma en que se ha dirigido la avalancha de menores hacia Ceuta. La propia Delegación calculó la entrada de unos 1.500. Algunos han vuelto a Marruecos en compañía de adultos o familiares directos que les acompañaron en ese regreso voluntario.