Aunque la posibilidad de que los cerca de 800
menores marroquíes solos que llegaron en la avalancha de mayo y siguen en Ceuta, como un número extra indeterminado en las calles y casas, puedan volver al país vecino o ser derivados a otras autonomías sigue, la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (
MEFP) continúa trabajando en colaboración con sus Servicios Centrales y en diálogo con distintas instituciones y entidades en programas de
atención educativa. El objetivo es satisfacer el derecho de los niños y adolescentes a la Educación, un principio ineludible, según ha advertido la propia Fiscalía a las administraciones.
Los datos recopilados por la Ciudad, todavía provisionales, apuntan a que sólo 82 menores están en edad de escolarización obligatoria, es decir, con menos de 16 años. Cuatro tienen su nivel idóneo por edad en Primaria y otros 78 en Secundaria.
Más de 300 jóvenes tienen ya cumplidos los 17 años y accederán a la mayoría de edad durante los próximos meses.
La Dirección Provincial está pensando en programas de inmersión lingüística que podrían ofertarse en los centros u otros espacios como necesidad más acuciante del colectivo.
En función de los intereses personales y perfiles individuales de los mayores, la puesta en marcha de programas de Formación Profesional sufragados por el SEPE es otra alternativa sobre la mesa.
Primer paso, aulas intensivas de castellano y alfabetización
La directora provincial del MEFP, Yolanda Rodríguez, lleva semanas perfilando pese a carecer de datos exactos o de una perspectiva clara de la crisis humanitaria desatada por Marruecos tras la avalancha de mediados de mayo en
un plan para dar atención educativa a los niños migrantes solos que permanezcan en Ceuta en septiembre. La idea parte de que “aulas intensivas de inmersión lingüística y alfabetización podrían cubrir la necesidad más básica de esa competencia en castellano para su integración en el real en el sistema y la sociedad”. “Hemos trasladado el proyecto a los Servicios Centrales del Ministerio, pero la primera necesidad pasa por concretar número de alumnos y cupos necesarios, así como la cobertura de necesidades más allá de las lingüísticas como la orientación tutorial, perfiles curriculares, etcétera”, ha explicado.