Un joven que permanecía internado en el Centro de Reforma de Menores de
Punta Blanca cumpliendo una pena de dos años en régimen cerrado se ha fugado durante la noche de este miércoles de la
Policía Nacional cuando lo ha llevado al
Hospital Universitario de Ceuta. El chico, que ya ha cumplido los 18 años, está privado de libertad por la comisión de varios robos con violencia e intimidación y aseguró poco antes de la medianoche haber ingerido trozos de vidrio en el equipamiento que gestiona la Ciudad Autónoma, por lo que una patrulla fue comisionada para llevarlo al clínico de
Loma Colmenar con el fin de que fuera examinado. Al llegar al
centro sanitario, el adolescente se dio a la fuga, como ya había hecho en una ocasión anterior, sin que los funcionarios encargados de su custodia lograsen evitarlo, por lo que la Jefatura Superior mantiene activo un operativo para intentar localizarlo. El fugado no es, como han indicado a primera hora de la mañana fuentes de la Jefatura Superior, el menor detenido la madrugada del viernes al sábado pasado en la barriada del Príncipe que fue internado en el Centro de Reforma de Punta Blanca a disposición del Juzgado de Algeciras que investiga el homicidio de un joven en la localidad gaditana en octubre del año pasado.
Este otro adolescente fue
arrestado en Algeciras tras el apuñalamiento mortal registrado en la barriada de La Piñera el 3 de octubre de 2022 como presunto autor material de la agresión y permaneció seis meses internado en régimen cerrado hasta que, en primavera, fue puesto en libertad bajo vigilancia y trasladado a Ceuta, donde cuenta con familiares. La última semana de julio había sido citado a declarar, pero antes de hacerlo huyó y regresó a la ciudad autónoma. Tras librar el Juzgado de Algeciras una orden de detención se inició un dispositivo para su localización llevado a cabo por policías del grupo de la Udyco de la Jefatura Superior de Ceuta. Tras varios días en los que se estrechó el cerco a su alrededor, la noche del sábado pasado los agentes lo encontraron y, al verse acorralado por la Policía Nacional, emprendió la huida por los callejones de la Agrupación Fuerte hasta refugiarse en un garaje. Después de una “larga negociación” del inspector del grupo con el chico para que depusiese su actitud, este decidió entregarse, por lo que fue arrestado y puesto a disposición de la
Fiscalía y el Juzgado de Menores, que ordenó su internamiento.