Un simple paseo por la calle Escuelas Prácticas, en el
Recinto, ha podido acabar en tragedia. Un padre ojo avizor ha evitado que su hija se precipitase al vacío desde una altura de varios metros por la ausencia de protecciones detrás de las farolas que impiden el cerramiento de la balaustrada que recorre la calle sobre el Campus Universitario de Ceuta. Vecinos de
Pasaje Recreo han querido denunciar públicamente que la
obra está “inacabada” porque, como explican, estos trabajos están ejecutados a medias: los huecos detrás de las farolas más próximas a Cortadura del Valle sí están tapiadas, mientras que aquellas más cercanas a Pozo Rayo suponen un peligro, en este caso, para una niña.
Al otro lado de la balaustrada, existe una caída de varios metros sobre la parte trasera del campus del 54. Según las estimaciones de los viandantes, hay menos huecos tapiados que sin tapar: cuatro frente a cinco. Los vecinos consideran que la empresa encargada de los remates se ha marchado sin terminar su trabajo porque otra explicación no encuentran a que solo la mitad de los intervalos de la balaustrada estén arreglados. Aunque el crecimiento de la maleza en la pared pueda dar la impresión de que el suelo firme se prolonga más allá de los huecos detrás de la farola, solo queda una caída libre que cualquier día puede provocar una desgracia en caso de despiste. Para evitar males mayores, los vecinos solicitan a las autoridades responsables de la obra del entorno del Campus Universitario que concluya los trabajos para que una tarde de paseo no tengan un desenlace falta como el que se pudo impedir recientemente. Los afectados han desistido de presentar escritos porque, lamentan, sus peticiones rara vez son atendidas.
Los restos de las antiguas viviendas de las Escuelas Prácticas, las cuales
se derribaron hace unos años para la urbanización del entorno del Campus Universitario, acumulan basura justo detrás de la balaustrada. Un problema añadido al que también aluden los residentes en la zona.