El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) está barajando la posibilidad de adelantar a finales de junio este mismo curso los exámenes de recuperación que tradicionalmente han tenido lugar durante los primeros días de septiembre, decisión que está pendiente de un acuerdo en la Mesa Sectorial de Educación para consensuar su implementación en toda España.
El debate sobre si esas pruebas deben tener lugar antes o después de las vacaciones de verano lleva años abierto y distintas Autonomías ya han implementado su traslado a junio, pero la aplicación del modelo en Ceuta este curso genera dudas en lo que a su encaje con las programaciones vigentes se refiere.
Hace cuatro años, el exdirector provincial de Educación, León Bendayán, ya se mostraba “absolutamente partidario” de implementar ese cambio. “Soy sensible con el trabajo frenético que se hace en muy pocos días en los centros a primeros de septiembre. Cuando haces todo ese esfuerzo y, estadísticamente, constatas que son muy pocos los alumnos que van a esta convocatoria debidamente preparados... No olvidemos que hablamos de chicos de 13 años que quizá en junio todavía sean capaces de hacer un esfuerzo para alcanzar los mínimos exigidos pero que después, en verano, hacen lo que también tienen que hacer los niños y niñas de esa edad, que es salir, jugar y descansar”, argumentaba.
Andalucía ya acordó en noviembre que el alumnado de cuarto de Secundaria y de segundo de Bachillerato tendrán en junio la evaluación extraordinaria de septiembre y Galicia prevé hacer lo mismo desde el año escolar 2021-2022.
La decisión tiene consecuencias directas estructurales y su implementación inmediata está condicionando, por ejemplo, la elaboración del calendario escolar de la ciudad para el próximo curso, en el que las clases podrían comenzar antes de lo habitual (el año pasado, el día 10 de septiembre) y terminar también antes (en este curso lo harán el 22 de junio).
El debate sobre el adelanto de la repesca lleva años abierto en Ceuta
En regiones como Madrid, que ya han avanzado en el adelanto de las pruebas de septiembre, la Consejería de Educación ha defendido que el cambio permite ofrecer a los alumnos clases de refuerzo con sus propios profesores para preparar los exámenes de recuperación.
Asimismo, equiparar el calendario de exámenes extraordinarios de modo similar al que utilizan las universidades permite “desplegar con mayor antelación el curso escolar, que además se inicia antes”.
Otro de los beneficios que ha apuntado el departamento es el ahorro económico que proporciona a las familias, pues no tienen que recurrir a academias durante el verano.