La denuncia del Sindicato Médico sobre la agresión y amenazas contra un doctor en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria de Otero (
SUAP) va a traer cola. Tras conocerse la versión del facultativo, personas que se declaran testigos de estos hechos y otras que incluso se identifican como implicadas en este altercado se han puesto en contacto con El Faro de Ceuta para negar tales acusaciones y explicar qué sucedió el 6 de enero en
Urgencias. Las personas que discrepan de las afirmaciones en defensa del trabajador coinciden en que hubo una discusión, aunque por motivos distintos a los narrados por el
Sindicato Médico. Su reproche, aseguran, vino porque el médico presuntamente coló a una conocida, a cuya hija habría evaluado fuera del SUAP, en un coche. “Volvió a salir para darle una receta y fue cuando le dijimos que no se la diese, que todos llevábamos de hora y media a dos horas esperando, de niños a mayores de 80 años”, relatan quienes han dejado constancia formalmente mediante reclamaciones.
"Le dijeron que no tenía vergüenza"
De acuerdo con su versión de los hechos, cuando otros usuarios que también aguardaban su turno se percataron de lo ocurrido, “le dijeron que no tenía vergüenza” ya que en la cola había desde una niña de dos años a personas vulnerables “y todos con los mismos derechos a ser atendidos”. Algunos de los usuarios teniendo “incluso fiebre” y “habiendo mantenido contacto con positivos”. Quienes han contactado con este periódico tras leer el artículo atribuyen esta denuncia sindical al corporativismo en el gremio médico, que interpretan como un “entre ellos se tapan”. Las testigos sostienen que la madre de la niña atendida fuera del SUAP llegó en coche, del que se apeó para entrar en Urgencias. Cuando la fémina salió del centro sanitario, de nuevo se dirigió a su vehículo, donde poco después acudió el facultativo supuesta víctima de agresión y amenazas. Tras este episodio entre doctor y pacientes, el facultativo abandonó el centro sanitario y regresó con la Policía Nacional. “Hasta nos dieron la razón”, destacan las personas que formalizaron su malestar mediante reclamaciones cuyos resguardos han remitido a este periódico.