Con el inicio de las clases a la vuelta de apenas dos semanas, el Ministerio de Educación y Formación Profesional (
MEFP) mantiene su apuesta por regresar a la máxima presencialidad posible en el curso 2021-2022, vocación que inspira
el Plan de Contingencia de la Dirección Provincial para ordenar el desarrollo del próximo año académico, cuya actividad lectiva arrancará el 10 de septiembre en Ceuta.
El documento, que el Foro de la Educación analizará en una reunión extraordinaria el próximo 6 de septiembre, prevé “regresar a la actividad escolar a tiempo completo” en los niveles de alerta sanitaria 1 y 2, pero no descarta volver al modelo de media jornada (y a la semipresencialidad a partir de 3º de ESO) implantado el curso pasado en los escalones de riesgo epidemiológico 3 (
en el que se encuentra actualmente la ciudad, aunque la onda está “en descenso”) y 4.
La Dirección Provincial ha propuesto retrasar hasta el 4 de octubre la apertura de los centros para el refuerzo educativo por la tarde y no poner en marcha hasta el 18 de ese mismo mes las aulas de conciliación. El 10 de enero, coincidiendo con el comienzo del segundo trimestre, tendrá lugar también la apertura de comedores escolares.
Con este calendario “escalonado” se persigue “pasar de un modelo 3+3 a otro de horario normal de una manera acompasada y ordenada tanto para los centros educativos como para la ciudadanía” y poder “observar, junto a las autoridades sanitarias, el impacto que las diferentes actuaciones provocan en la ciudad”. También “ir ofreciendo a los centros educativos de un tiempo razonable para el restablecimiento de la normalidad en una situación de pandemia aún no controlada”.
En un escenario de alerta 1 y 2 el tamaño de los grupos tendrá como máximo las ratios establecidas en la normativa aplicable. En aquellos grupos en los que no se cumple este supuesto en los
colegios Ortega y Gasset, Severo Ochoa y San Agustín se han establecido los desdobles necesarios para garantizar el cumplimiento de las ratios legales.
El alumnado deberá estar colocado en el aula “de manera individual con el máximo aprovechamiento espacial posible, de manera que se pueda garantizar el menor contacto físico entre ellos”. Durante las revisiones del Protocolo que está previsto realizar la Comisión Técnica podrá “autorizar la vuelta al trabajo cooperativo o por parejas”.
Dicha Comisión está formada por la Directora Provincial del MEFP; un representante de la Consejería de Sanidad y otro de la de Educación; la jefa del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección Provincial, un director de un colegio y otro de un centro de enseñanzas superiores y un representante del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario.
Al alumnado con patologías crónicas o confinado por contagio o contacto con la COVID-19 se le facilitará el acceso a la educación telemática, que si es posible será impartida por maestros y profesores “que se encuentren en la misma situación”.
Mascarilla obligatoria desde 6 años y para todos los docentes
Los alumnos, igual que en el curso anterior, deberán tener el próximo año escolar “una mesa asignada que se mantendrá durante todo el curso” y las familias tendrán que “comprobar” el estado de salud del alumnado antes de acudir al centro (con control temperatura, entre otras medidas), no pudiendo acudir al mismo si presenta “algún síntoma compatible con la
COVID-19”.
El Plan de Contingencia de la Dirección Provincial establece que desde el comienzo de las clases “se evitarán de manera general aquellas actividades en el centro educativo que conlleven la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases en las que no se pueda mantener la distancia mínima interpersonal”, excepto en el escenario de nueva normalidad, en el que sí “se permitirá la interacción entre grupos del mismo nivel, sobre todo en actividades al aire”.
En las aulas se recomienda la ventilación natural cruzada continua
El uso de mascarilla será obligatorio para todo el profesorado y para los estudiantes a partir de 6 años de edad “con independencia de mantenimiento de la distancia interpersonal o la pertenencia a un grupo de convivencia estable”.
En las aulas se recomienda “ventilación cruzada, si es posible de forma permanente”. Si no fuera posible se podría utilizar forzada mecánica y solamente “en último caso” cabría utilizar purificadores de aire con filtros HEPA.