La Delegación del Gobierno en Ceuta ha entregado este viernes tres condecoraciones al mérito civil. Estas distinciones las han recibido la trabajadora del Servicio Público de Empleo (SEPE), María Luisa Román Espí; el médico intensivista de la Unidad de Cuidado Intensivos (UCI) del Hospital Universitario, Enrique Laza Laza; y el profesor José Grosso Ramos. En primera instancia la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, ha querido alabar la “generosidad y el trabajo” de todos los premiados y que ese ha sido el motivo esencial de ser los distinguidos.
Además, la delegada del Gobierno, ha reconocido el trabajo “incansable” de todos ellos y ha admitido que todos la Delegación están “muy agradecidos”. “Quiero poner en valor a los colectivos a los que representáis: trabajadores sanitarios esenciales en esta pandemia que nos ha tocado vivir”, ha señalado.
El primero de los distinguidos en recibir el reconocimiento ha sido el doctor Enrique Laza. Al intensivista del Hospital Universitario le han querido agradecer que más allá de la UCI, este premio es por el “esfuerzo emocional” que ha desarrollado tanto él como todo su equipo. “Han acompañado a personas que estaban solas en un hospital en los peores momentos sin sus familiares. 147 víctimas son las que ha dejado el covid en Ceuta, las cuales han estado acompañadas y dándole el último aliento cuando su familia no podía hacerlo”, ha añadido.
En el turno de palabra del doctor Laza, este ha querido en primera instancia “agradecer” a la delegada por este “importante” reconocimiento. “Es un inmenso honor que, además, no se queda ahí porque esto implica un estímulo para seguir haciendo las cosas lo mejor posible. Una gran responsabilidad el tener un reconocimiento de este calibre”, ha señalado.
Asimismo, Laza no se ha querido olvidar en un día tan importante de su equipo al completo del Clínico de Loma Colmenar, esencial para que el trabajo salga correctamente. “Destacar la importancia que tiene hoy en día el trabajo en equipo. Sobre todo de las personas de enfermería que son el alma de las ucis, son los que están todas las horas del día a pie de cama con el enfermo, y es de agradecido el tener unas palabras de reconocimiento en el día de hoy”.
Por último el intensivista del HUCE ha querido dedicar unas bonitas palabras a sus familiares, sobre todo a su padre que falleció recientemente. “Quiero tener presente en el día de hoy un recuerdo a mis padres, sobre todo a mi padre que ha fallecido recientemente. Él siempre me decía que las cosas que hiciera, las hiciera lo mejor posible. También a mi mujer, Rocío, que se come siempre los sinsabores de este trabajo y me hace cada día mejor persona”, ha finalizado.
José Grosso Ramos, el profesor “incansable”
El segundo que ha recibido la medalla ha sido José Grosso Ramos, profesor del Abyla que ha sido reconocido por su implicación en la pandemia con los alumnos más desfavorecidos de nuestra ciudad. Recorría, en su moto, la barriada del Príncipe para entregar los apuntes y las tareas a los alumnos que no tenían acceso digital. “La dedicación de Grosso es un reconocimiento a la labor diaria de todos los docentes en Ceuta, sobre todo con los niños y niñas con menos posibilidades económicas”, han expresado.
El docente ha querido hacer hincapié en su turno de palabra en el “agradecimiento” a todos por este premio sobre el que se ha calificado como “injusto poseedor”. “El trabajo que se desempeña carece de mérito cuando uno ha nacido en una familia en el que lo bien hecho duraba justo el aplauso cuando uno ya se subía”, ha manifestado.
Asimismo, ha alabado el gran trabajo realizado por toda la comunidad educativa del IES Abyla. “Es una alegría trabajar en un centro como el IES Abyla, que cuenta con un equipo excelente, y en el que te tienes que poner las pilas diariamente para no quedar en evidencia. Tiene poco mérito cuando uno trabaja con un equipo directivo y, en especial, con un director que siempre escucha y mejora cualquier propuesta”, ha indicado.
Además, ha quitado importancia a su gran trabajo diario cuando convive con una mujer como la suya, o con familiares de alumnos que son tan agradecidos con tan poco. En este punto, el profesor ha sacado su sentido del humor a relucir: “Tiene poco mérito cuando uno convive con una mujer que le da muy poca importancia a la posición económica, el estatus social o el físico (risas). Tiene poca importancia cuando los padres de los alumnos te lo agradecen constantemente con bizcochos, y menos cuando uno trabaja con niños”, ha expresado.
Por último, ha alabado a la ciudad de Ceuta, esta tierra que le recibió y le trata con “tanto cariño y afecto” y a la que está “infinitamente agradecido”. “Este premio me da más fuerza para seguir trabajo con mis alumnos”, ha finalizado.
María Luisa Román Espí, una empleada “orgullosa” de estar en el área de formación
La última, pero no menos importante, en recibir la distinción ha sido María Luisa Román Espí. Ha sido premiada por su labor incansable en el área de formación y por su gestión en la prestación de desempleo como los ERTE. “Un trabajo esencial de todos los funcionarios, donde se ha ayudado a más de 3.000 ceutíes, que se quedaron sin poder trabajar por culpa de la pandemia”, han señalado. Asimismo, desde la Delegación se le ha agradecido que este trabajo tan importante lo haya realizado, a pesar de su enfermedad.
Román ha querido en primera instancia dar la enhorabuena a los dos premiados, señalando que viendo sus méritos se sentía “pequeña”.
Además, la trabajadora del SEPE ha reconocido que estudió magisterio y que nunca se imaginó que se dedicaría al área de formación para adultos. “Se me puso en esta área, que creo que después de más 30 años trabajando es el más bonita”, ha indicado. Ha reconocido que su mayor regalo ha sido encontrarse a personas a las que anteriormente había orientado que le daban las gracias por encontrar un trabajo “por todos los cursos que me aconsejaste”.
Ha querido alabar el trabajo de todos sus compañeros, con los que lleva, en algunos casos, más de 30 años compartidos. “Agradecer el trabajo que han realizado mañana, tarde y noche, incluso en sus casas, con los ERTE para que todas las personas que lo estaban pasando mal pudieran tener un sustento económico”, ha añadido.
Por último, no ha querido olvidarse de sus hijos a los que ha calificado como “el motor de su vida”, que han estado siempre compaginando su trabajo con su estado de salud.
Enhorabuena a Pepe Grosso y al resto de premiados.