La obsesión anidada en la Delegación del Gobierno es cuadrar el famoso ‘mecanismo’, que sea perfecto: lo que se traduce en la ausencia de colapsos y en la anulación de las retenciones de los coches-patera. La administración central coordina con las fuerzas de seguridad cuál será la manera de responder a la reanudación del porteo, después de que la Ciudad haya anunciado que la explanada de Loma Colmenar estará plenamente operativa el próximo lunes. Ese día, festivo en Marruecos, no se espera la gran afluencia que se estima ya para el martes. Las dos administraciones confían en estar listas para dar con la tecla necesaria evitando esas imágenes que nadie quiere volver a ver.
Casi mil vehículos destinados a la carga de mercancía podrán ser acogidos en una zona de embolsamiento que ya ha sido pintada y señalizada, gracias a la participación de operarios de Tragsa y Obimace. Por parte de la institución municipal no hay problemas en que el mismo lunes sirva para evitar las retenciones en la N352, tampoco en disponer del personal necesario que garantice el control y ordenamiento a pie de carretera. “Solo quedarán detalles”, apuntó ayer el portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel.
El gran reto pasa por controlar el entorno del Tarajal y las avalanchas que se protagonizan a pie, protagonizadas por los porteadores que buscan sacar la mercancía a cuestas ante el cumplimiento del horario máximo establecido en el ‘Tarajal II’.