La situación actual de saturación del sistema sanitario hace necesaria la habilitación de otros espacios para la realización de pruebas. Así lo entienden desde el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía que solicita, por ello, la realización de test de detección de
COVID-19 en las farmacias. Esta petición la han trasladado a la consejería de Sanidad "ante el aumento exponencial de contagio por COVID-19", explican en un comunicado, en el que también matizan que no es la primera vez que hacen una demanda como esta desde el comienzo de la pandemia.
Las pruebas en cuestión serían test rápidos que se realizarían de manera masiva no solo a todas aquellas personas que viajan, inciden, "sino hacerlo extensivo a toda la población". Algo que hasta hoy en día, denuncian, no se ha llevado a cabo y por ello achacan tanto a los responsable de la Consejería de Sanidad y del Ingesa su negativa a esta propuesta.
Que tanto el personal como los centros sanitarios gozasen de una alternativa factible para la realización de pruebas supondría, dice
MDyC, una "descongestión" de los mismos ante el número tan elevado de llamadas ciudadanos y ciudadanas de la ciudad para poder realizarse dichos test. "Con los 225.000 euros de sobrecoste de las mascarillas de la compra a la empresa de venta de vehículos se podrían haber comprado 50.000 tests, que con los ya comprados podrían haber servido para hacer un cribado a toda la población", han criticado.
No obstante, recuerdan que las farmacias no estarían facultadas para la realización de pruebas PCR o test antígenos, pero sí lo están para la realización de test rápidos. Tal y como se encuentra la situación de la pandemia en nuestra ciudad, sentencian desde el MDyC, piden al responsable del área de Sanidad que "tome decisiones de forma contundente" en lugar de, a su juicio, seguir titubeando ante cuestiones de
salud.