MDyC ha denunciado la tardanza en los pagos a proveedores en la que está incurriendo el Gobierno, ya que se estima ya en torno a los cien días. El Período Medio de Pago (PMP) se ha elevado en el primer trimestre del año a los 76,64 días, que sumados a los treinta de margen, asciende la tardanza en el pago de las facturas a casi cien días (96,64 días).
Hay organismos como el Instituto Ceutí de Deportes que retrasa el pago hasta los 454,51 días o empresas municipales como Amgevicesa que lo hace a 71,47 días. “El propio Ayuntamiento, del que se jactaba que cumplía, está abonando las facturas a 40,79 días”, denuncia la formación que encabeza Fatima Hamed.
La cifra es la cuarta peor desde que el Ministerio de Hacienda exige que se le entreguen los informes periódicamente. “Tan sólo es en diciembre cuando se maquillan las cifras para intentar cerrar el año con unos datos que ocultan la realidad de la tesorería de la ciudad. Una evolución del periodo de pago que hace presagiar nuevos retrasos, tal como nos tiene acostumbrado la ilegal encargada de la Hacienda Local”, añade el partido.
MDyC acusa al Gobierno de dejar “de hacer frente a sus compromisos con los proveedores de la Ciudad, lo que provoca que se incremente la deuda y los y las empresas empiecen a tener problemas de liquidez, manteniendo los empleos que genera con medios de financiación por los que han de pagar, si los encuentran”.
“La decisión de no realizar reconocimientos extrajudiciales de deuda ha llevado a las empresas a denunciar al Ayuntamiento ante los tribunales, provocando un mayor coste para la Administración y un nuevo retraso en el cobro de los proveedores, que se ve reflejado en el incremento del PMP en un 72%”, expone la formación.
MDyC pone de manifiesto la “asfixia” que afecta al ámbito empresarial por la “nefasta gestión de la Administración local que provoca el retraso en el cobro de sus facturas. Debemos explicar que el periodo medio de pago debería ser cero, puesto que este plazo empieza a contar trascurridos los treinta días legales para pagar desde la recepción de la factura, por lo que el o la empresaria cobra realmente a cien días desde que hace la entrega de la misma”, añade.
“Si al retraso en el pago añadimos la inacción del desgobierno incapaz en los diecisiete años que lleva en la poltrona de la Plaza de África de aplicar unas medidas de apoyo a nuestra economía, se comprende la desesperación de la clase empresarial que en vez de encontrar el apoyo de un gobierno local tan sólo se encuentra con unas palabras vacías, promesas que olvida tras pronunciarlas. Nuestra clase empresarial necesita el soporte de una administración que le facilite su actuación, no a unos charlatanes de feria que tan sólo venden humo”.