Mateos, casi 1.500 días en la Delegación marcados por la frontera

Casi cuatro años y cinco meses después de su nombramiento a las puertas del verano de 2018, el Consejo de Ministros ha puesto este lunes fin a la etapa de Salvadora Mateos como delegada del Gobierno en Ceuta. Al tomar posesión de su cargo prometió "abordar con determinación la situación de la frontera" y advirtió sobre el enfoque de la inmigración en la ciudad que "no es una cuestión de efecto llamada, sino de efecto huida de la desigualdad, de la pobreza y de la falta de oportunidades".

Como no podía ser de otra forma en la ciudad, la frontera, aunque no solo, ha marcado su paso por la plaza de los Reyes. Se la encontró caótica, marcada por saltos en grupo y estrangulada por el porteo y la deja esperando que la política y la tecnología terminen de asimilarla o casi a cualquier otra exterior de la UE.

No había terminado de hacerse al sillón cuando, en julio, más de 600 migrantes de origen subsahariano accedieron a la ciudad saltando la valla. Marruecos repelió a otros tantos. En agosto, España consiguió que el país vecino aceptara la devolución inmediata de los 116 que habían conseguido lo mismo por idéntico procedimiento.

"Creemos que sí, que se va a continuar igual, el que entra violentamente y agrediendo va a recibir el mismo pago", advirtió entonces confiada en que la colaboración del Reino alauita sería permanente y continuada en el tiempo. Nada más lejos de la realidad: estalló la pandemia y se cerró el paso, cuya clausura se prolongó lastrada por el encontronazo entre Madrid y Rabat, que en mayo de 2021 permitió a más de 12.000 nacionales acceder irregularmente a Ceuta.

Mateos y la devolución de los menores

La expulsión en agosto del año pasado de 55 de aquellas personas, concretamente de menores no acompañados, al margen de lo previsto en la Ley de Extranjería pero con la complicidad de la cúpula del Ejecutivo de Sánchez, se ha convertido en el gran quebradero de cabeza para Mateos, que cumplirá 73 años pasado mañana investigada por presunta prevaricación continuada a pesar de que “nadie”, recalcan en su entorno, la avisó de los a toro pasado evidentes riesgos legales de la operación, ya sancionados en la vía Contencioso-Administrativa.

Fiel a los suyos, en pandemia defendió y mantuvo al director territorial del Ingesa, Jesús Lopera, pese a conocerse su apresurada vacunación contra la covid-19 y perdió a la fuerza y contra su voluntad al máximo responsable de la Dirección Provincial de Educación, Juan Bosco de Alba, señalado por la presunta contratación irregular de una allegada como interina.

En su equipo ha hecho pocos cambios al margen de los casi obligados y ha cerrado su etapa con Pablo Núñez y Gonzalo Sanz como miembros de su núcleo duro que no figuraban en 2018. A su lado siempre han estado Juan Hernández, Susana Pulido y Catalina Fuentes.

Pidió marcharse por motivos de salud

La ya exdelegada comenzó en verano a someterse a un tratamiento oncológico que la obligó a apartarse temporalmente de los focos de la actividad pública.

Hace un mes, tras dos aplazamientos, declaró en sede judicial matizando que si bien la operación de “retorno asistido” se negoció e impulsó desde Madrid, como no podía ser de otra manera, en Interior no decidieron ni conocían su ejecución material, para la que aportó el componente personal de relaciones con autoridades de la región de Tetuán.

Enfrentada a muerte política durante un tiempo a la dirección del PSOE, con la que cerró las paces en noviembre en el Congreso que encumbró a Juan Gutiérrez como líder del partido en Ceuta, Mateos quiso hacer del componente humano una de las claves de su gestión.

Así abrió la Delegación y sufrió las consecuencias de algún exceso de llaneza, como cuando fue vapuleada por referirse sin matiz peyorativo a las empleadas de hogar marroquíes como las “muchachas” que parte de la sociedad ceutí, ella incluida, anhelaba que regresasen. De su mano el número de dadas de alta como trabajadoras regulares llegó a 2.200 justo antes del cierre de la frontera, una cifra sin precedentes.

En 2021 se posicionó abiertamente a favor de una reinterpretación de la excepcionalidad de Schengen. "Vamos a controlar mucho a los que vienen y no sabemos a qué porque tenemos que saber a qué lo hacen o traer dinero para estar en la ciudad.

Entre sus logros, la frontera inteligente

Con los trabajadores transfronterizos legalizados, los turistas o las familias que crucen a visitar allegados no va a haber problemas", esbozó sobre la hoja de ruta que se implementó parcialmente con la reapertura del Tarajal en mayo.

Antes de ser destituida la ya exdelegada ha logrado dejar encarrilados algunos de los retos en los que ha invertido más tiempo: la instalación de la “frontera inteligente” que permitirá controlar los flujos de personas y vehículos por el Tarajal, la aduana comercial o la construcción del Centro Integrado del Brull, que por fin ha salido a licitación.

También ha devuelto a la Ciudad la gestión de los Planes de Empleo, envueltos en otra trifulca judicial por negarse la Delegación a pagar los sueldos que exigen los tribunales.

Durante su etapa en la plaza de los Reyes ha visto pasar por Ceuta en dos ocasiones al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, un hito sin precedentes. En su equipo destacan su capacidad de interlocución con las altas esferas del Ejecutivo de la Nación, para lo que contó hasta julio con la complicidad de su hija, Maritxa Ruiz, que hasta julio fue directora de Comunicación del PSOE en Ferraz.

Su penúltimo servicio ha sido, casi mientras se firmaba su destitución, perfilar la visita que la ministra de Defensa, Margarita Robles, prevé realizar a la ciudad este mes, y recibir la semana pasada a la titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, para dar a conocer el Plan Integral de Desarrollo Socioeconómico del Estado, que contempla otras actuaciones emblemáticas perfiladas durante su mandato como el cable eléctrico submarino que unirá Ceuta con la península.

Deja paso al frente de la Delegación del Gobierno a Rafael García

La Moncloa y Ferraz han apostado por un cambio drástico: de la maestra ceutí de poco más de 70 años a un abogado cordobés de poco más de 50, Rafael García, hombre de la máxima confianza de Gutiérrez para dirigir la Delegación al menos durante los próximos doce meses con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, las generales en el horizonte y muchas decisiones estratégicas para la ciudad pendientes de tomar, entre ellas qué tipo de visado se exigirá a los marroquíes para entrar en Ceuta o si el Gobierno central pedirá a la UE reforzar su integración en Europa solicitando para la ciudad su incorporación a la Unión Aduanera y el Comité de las Regiones.