Si no se dedica a los números es más que probable que su capacidad para hacer operaciones matemáticas no demasiado complejas esté oxidada o directamente ‘estropeada’. El método tradicional de enseñanza se ha basado en la repetición “una y otra vez” de un protocolo que muchas veces ni se entiende ni se interioriza, pero también aquí las cosas están cambiando. Jaime Martínez, que fue inspector de Educación desde 1977 hasta 2014, cuando se jubiló, maestro y doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, es el inventor del método ABN, que este curso cumple diez años desde que empezó a implementarse en los colegios ‘Andalucía’ y ‘Carlos III’ de Cádiz.
De allí procede también Lola Palmero, que este fin de semana imparte un curso sobre ese sistema en el CEIP Ortega y Gasset a un grupo de docentes. Se trata del tercer año consecutivo con esta iniciativa en el Plan de Formación del Ministerio.
“Los maestros han recibido cursos para el primer y segundo ciclo de Primaria en años anteriores y ahora abordamos el tercero”, explica Palmero sobre el calendario de introducción de un método que se centra en “que los niños ‘manipulen’ las cifras, que no sean solo números sobre un papel, que antes de saber escribir un 3 sepan lo que son tres compañeros o tres lápices, que sepan ‘encontrar’ el tres en la vida real, a su alrededor”, ejemplifica.
En el blog que repasa toda su evolución desde el principio, Martínez defiende que “es posible calcular de otra manera más motivadora, más fácil, más conectada con el pensamiento de los niños, más adaptada a sus futuras necesidades. En definitiva, del modo más eficaz para que los alumnos alcancen competencia matemática”.
Por este camino, las Matemáticas, a las que el tópico asigna el prejuicio de ser una materia ‘pestosa’ para la mayoría de los estudiantes, se convierten en “una asignatura lúdica: se aprende y se disfruta”, asegura la experta gaditana, que en su aula se ha encontrado hasta grupos “que piden terminar un ejercicio antes de salir al recreo cuando suena el timbre”.
Con el algoritmo ABN “se acaban las tareas repetitivas de cálculo, las dificultades matemáticas sin sentido, el aprendizaje memorístico vacío”. En el blog de Martínez se pueden ver infinidad de ejemplos reales de lo que hacen los niños en las clases sin omitir jamás (salvo petición expresa) “de qué colegio, de qué maestra o de qué grupo de alumnos se trata”.
Resultados concretos
“No expresamos fantasías ni delirios sino resultados concretos”, asegura el inventor de la metodología, que según Palmero dispara la velocidad a la que los más pequeños se hacen con los números. “Habitualmente en los tres cursos de Infantil se llega a trabajar hasta el tres, el seis y el diez, respectivamente, pero con ABN en primero ya alcanzamos hasta el 25 porque esos son los niños que hay en clase y ellos se cuentan”, destaca Palmero. Antes de saltar a Primaria ya manejan hasta el cien.
El alumnado sale de Infantil controlando hasta cien en lugar de no pasar de diez
Los conceptos básicos que se utilizan son la unidad, la decena y la centena y la ‘experimentación’ cotidiana con los números anima a docentes y alumnado a disgregarlos, a ‘jugar’ con las cifras. “Los maestros también aprendemos de los pequeños, que tienen una mente mucho más abierta y a veces señalan nuevos puntos de vista que se nos escapan”, argumenta la experta, que sostiene que en paralelo mejora igualmente la competencia lingüística y el control de más conceptos matemáticos.
“El método de cálculo ABN está revolucionando la enseñanza de las matemáticas y pese a su juventud se extiende a gran velocidad. Hoy día se ha convertido en un referente necesario para cualquier centro que quiera innovar y elevar los rendimientos escolares que se alcanzan en el área de Matemáticas. Buena parte del éxito de este método”, señala Martínez, “se debe a la espectacular mejora de los resultados que obtienen alumnos, en la que está incluida la resolución de problemas”.
Me encanta el método ABN. Desde que la profe de primer ciclo de primaria de mi hijo comenzará a utilizarlo, descubrí su utilidad. Me ha ayudado hasta Ami atener mejor cálculo. El problema es el de siempre. Lo que un maestro empieza no lo continúan los demás. Y ahora, en sexto de primaria, mi hijo ha empezado a hacer las divisiones con decimales de manera tradicional. Una auténtica pena.
El ABN no vale para nada, a partir de quinto para nada. MATEMÁTICAS TRADICIONALES YA!!