Es ella, la que canta ‘Soy yo’. O sea, Marta Sánchez (Madrid, 1966) la que actuará esta noche a la hora que la cenicienta tiene que recogerse en el Auditorio de La Marina como el último concierto programado para esta Feria de Ceuta. Esta superstar del pop español que aunque lo cantara no da la imagen de estar desesperada y que, a sus 56 años, representa el modelo de la que nunca se rinde como reza otro de sus éxitos.
Viene con su gira ‘Brillar Tour’ 33 años después de triunfar en estas Fiestas Patronales de la Virgen de África con Olé Olé en el lejano 1989, un año antes de interpretar el ‘Soldados del amor’ a los militares desplegados en la Guerra del Golfo. Según asegura por teléfono, la ilusión es la misma y tiene muchas ganas de reencontrarse con Ceuta. Si acaso, lo único que le da algo miedo es tener que coger el helicóptero, pero el entusiasmo de seguir pisando los escenarios puede con todo.
–La pandemia nos ha cambiado irremediablemente. ¿Cuál es su balance de estos dos años?
–Intento, sobre todo, olvidarlos y aprovechar la enseñanza que nos ha dejado la pandemia a todos de apreciar más las cosas, valorarlas y disfrutarlas. Como el dicho de “no hay mal que por bien no venga” porque nos ha traído muchas desgracias pero creo que la pandemia nos dejó una enseñanza muy importante.
–Estuvo en esta misma Feria en el año 1989 con Olé Olé. ¿Qué recuerdos le trae Ceuta?
–Recuerdos muy buenos, es una ciudad que me encanta. En alguna ocasión he vuelto pero creo que cantando no. Tengo una compra de aquel año que son dos jarrones de porcelana azul y blanca muy típicos de la zona que todavía conservo y que tengo en casa y los aprecio mucho y recuerdo este paseo de compras por Ceuta. Lo recuerdo con cariño y me apetece mucho volver, aunque me da un poco de miedo el helicóptero pero bueno...
–Hablando de jarrones que perduran, ¿cuál es el secreto de conservar la energía tanto tiempo?
–Son ya muchas, muchas maletas. Muchos viajes. Pero siempre lo que más me anima a coger avión, coches o trenes es el amor por la música y el amor que tengo por mi profesión. Y sé que todavía hay mucha gente esperando de mí y que me apoya. Al final es lo que mejor sé hacer, cantar.
–En sus entrevistas suele aludir a la ilusión y el entusiasmo como el motor para continuar con fuerza.
–Sí. He vivido muchas cosas, muchos cambios en la industria, son ya casi 37 años los que voy a hacer. Hay que amoldarse y adaptarse. En esto he sido bastante práctica y me he sabido transformar un poco y reinventar. También creo que he sido avispada en la selección de mi repertorio, he sabido caminar con el tiempo pues voy creciendo y madurando personalmente.
–De vuelta al presente, ¿qué podrán ver los ceutíes esta noche?
–Pues traigo, sobre todo, mis temas más conocidos. El concierto empieza muy animado, luego hay temas más tranquilos en la mitad y luego acaba más animado todavía con arreglos nuevos que he ido produciendo de mis canciones ad hoc a los tiempos que corren para que suenen de una forma más moderna, con más ritmo y más actuales.
–Es inevitable preguntarle por el fenómeno Rosalía. ¿Qué opina?
–Es una chica que tiene obviamente un talento y que ha aportado una novedad. Hace una fusión muy inteligente de lo que es la propuesta aflamencada con toques de música latina que es lo que arrasa en este momento. Es una artista muy válida, yo la escucho y me gusta lo que hace. Se merece lo que ha logrado.
–¿Qué música escucha?
–Me gusta mucho Coldplay porque me anima mucho su música, es muy optimista. También escucho mucho a Alicia Keys. Mi hija es la que se preocupa de tenerme al día con su altavoz, su playlist es lo que se escucha ahora y tiene olfato musical, la intuición que siempre ha habido en mi casa, que yo heredé de mi padre y ella de mí. Eso se lleva en el ADN.
–La sociedad ha cambiado desde aquel ‘Soldados del amor’ de la Nochebuena de 1990. ¿Tiene un buen recuerdo de aquello?
–Si el Ministerio de Defensa me volviera a pedir algo así iría encantada. Aquello fue un gesto que tuvo el grupo Olé Olé desinteresadamente de cantarle allí a los soldados que estaban pasando un rato ‘reguleras’ en las noches del 24 y el 25 de diciembre. Fuimos a animarlos con nuestra música y teníamos una canción perfecta. No podíamos ser otros que Olé Olé.
–Otra de sus grandes anécdotas es aquella noche de juerga con Slash, el guitarrista de Guns N’ Roses. ¿Cómo fue realmente?
–Tuve la suerte de que tocara una canción para mí, ‘Moja mi corazón’. Estuvimos haciendo el vídeo aquí en las afueras de Madrid y al día siguiente él quería conocer un tablao flamenco, fuimos al Candelas a una fiesta con muchos gitanos, bailaoras y cantaores, que la organizaron Mariola Orellana y Antonio Carmona y se pusieron a tocar. Como anécdota recuerdo que Antonio Carmona y él hicieron una especie de competencia entre la guitarra eléctrica y la flamenca. El punteo que hizo Antonio lo intentó él en la eléctrica y lo hizo bastante bien pero no llegó a hacerlo perfecto.
–¿Se arrepiente de algo en su carrera o es de las personas que piensa que lo hecho, hecho está?
–Soy de las que piensa que si en aquel momento lo hice fue porque era lo mejor. Ni siquiera los tres años que pasé en Miami que fueron un poco intensivos pero que fueron buenos para que mi hija aprendiera inglés y viera mundo. Si me tengo que arrepentir de algo es de no haber pasado más tiempo con mi padre y con mi hermana que ya no están. Creo que mi carrera ha sido bastante acertada y también se puede decir que ha sido satisfactoria.
Las hermanas gemelas valencianas, Gema y Mònica del Rey Jordà, llevan años trabajando en las…
La paga extra de Navidad está a la vuelta de la esquina. Los pensionistas de…
Patriotismo, inmigración, seguridad. Términos que combinados conforman la salsa en la que mejor se mueve…
¿Un iphone por 400 euros? Así es. Esta es, sin duda, una de las ofertas…
El Santuario de Nuestra Señora de África, en Ceuta, ha acogido la mañana de este…
El Ceuta consiguió un punto fuera ante el CD Alcoyano, después de ir ganando en la…