Las avenidas y calles principales de
Rabat se tiñeron de rojo para recibir a sus jugadores, tras quedar en cuarta posición del Mundial de Qatar, algo que no había hecho ninguna selección africana hasta el momento. Más de 8.000 efectivos policiales se desplegaron por las calles de Rabat para velar y acordonar las zonas de paso del autobús de
Marruecos. Miles de aficionados se agolparon en las calle de la capital del país africano, siguiendo la famosa Rua que hace un equipo digno de un hecho histórico. No es para menos. En declaraciones a EFE, un hincha declaraba : ” Estoy aquí para celebrar la llegada de la selección nacional marroquí por su actuación en el Mundial de Catar. Estamos muy orgullosos del resultado. Nos hemos calificado entre los primeros cuatro grandes equipos del Mundial. Estamos muy orgullosos. Estamos aquí para encontrarnos con el equipo nacional”. Otra aficionada decía que estaban muy orgullosos de “nuestros leones”. Y concluía. “Gracias a Alá por este resultado. Esperemos ganar la próxima Copa del Mundo, ¿por qué no?” se mostraba confiaba.
Todo tipo de aficionados acudieron desde diferentes sitios del país a recibir a sus héroes, portando banderas nacionales y vistiendo la camiseta con orgullo de su selección. Después de una larga espera, por fin aparecieron los jugadores de Marruecos en un autobús descapotable en un ambiente mezclado de fervor, orgullo, ilusión, entusiasmo y un sinfín de adjetivos acordes para la ocasión. Un acto memorable, que terminó con la recepción del
rey Mohamed VI a los jugadores de la selección. El rey condecoró al presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol, Fawzi Lakjaa, al entrenador de la selección nacional, Walid Regragui, y a los jugadores de la selección nacional, que estuvieron acompañados de sus madres, con insignias reales decoraciones, en muestra de gratitud por la hazaña que han realizado.