El gobierno de Marruecos ha repatriado este domingo a ocho de sus nacionales que se encontraban en la última zona de Siria que queda bajo el control del Estado Islámico y donde se está produciendo un éxodo masivo de yihadistas. El gobierno marroquí señaló en un breve comunicado que esta operación tiene un "carácter humanitario" y ha permitido a sus nacionales, de los que no se dan otros detalles, regresar al país "en total seguridad". El ministerio del Interior ha aclarado que los retornados de Siria en esta última operación serán objeto de "investigaciones judiciales por su presunta implicación en hechos vinculados al terrorismo", dando a entender que permanecerán en detención.
"Éxodo masivo"
Del último reducto yihadista en Al Baguz, una diminuta población entre Siria e Irak, se está produciendo un "éxodo masivo" de hasta 25.000 personas en las últimas dos semanas, según reconoció ayer le máximo responsable de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi. El pasado mayo, el jefe del organismo antiterrorista marroquí, Abdelhak Jiam, aseguró que ya por entonces habían regresado a Marruecos dos centenares de yihadistas de Siria, que se enfrentaban a penas de diez a quince años de cárcel según la última reforma del Código Penal aplicada precisamente para castigar el delito de incorporarse a una zona en conflicto para practicar la yihad. Desde que estalló la guerra en Siria, se calcula que más de 1.500 marroquíes han viajado a ese país para sumarse a las filas del Estado Islámico, de Al Qaeda o de otros grupos yihadistas, convirtiéndose en una de las nacionalidades con más voluntarios en la yihad.