La policía marroquí está restringiendo
los accesos a la ciudad española de Ceuta mediante un refuerzo del control de pasaportes, según explicaron este miércoles a Efe
fuentes policiales marroquíes. Tradicionalmente, y aunque no exista ninguna instrucción escrita al respecto, la policía española permite la entrada en la ciudad sin visado a todo marroquí que disponga de un pasaporte con residencia en la región vecina de Castillejos, Martil, Rincón y Tetuán, unos pasaportes que llevan las letras L, LG, LE y LS. Esta tolerancia ha empujado a "muchas personas de otras provincias" a intentar conseguir un pasaporte expedido en Tetuán "de forma no natural", dijeron las fuentes a Efe. Dieron algunos ejemplos de la picaresca para conseguir empadronarse en Tetuán y región: una de ellas es alquilar un local pequeño en una zona con poca actividad (y por consiguiente muy barato) y declarar una residencia en él, que no es real; otra, adquirir una vivienda en un barrio social para declararlo segunda residencia. La fuente dio a entender que estos fenómenos (que no son estrictamente ilegales) han sido abundantes y tenían como principal objetivo el acceso a Ceuta, y a partir de ahora la policía tiene orden de estrechar su vigilancia. A todo aquel que no pueda demostrar más de seis meses de residencia continuada en Tetuán o región (lo que se establecerá con una investigación coordinada con los municipios y los servicios sociales), se le denegará el empadronamiento. En los últimos años, se ha detectado una presencia cada vez mayor de mujeres ajenas a la región que se empadronan en Tetuán para ejercer el pequeño contrabando como porteadoras o "mulas". La fuente policial no dijo que las medidas de control tengan que ver específicamente con el contrabando, pues pueden deberse a varias razones, como personas que entran con propósito de emigrar irregularmente, o personas con suficientes medios económicos "que tratan sencillamente de entrar en Ceuta sin problemas de visados". Aunque la fuente enmarcó las nuevas directivas como "una medida de seguridad lógica: 'Debemos saber dónde residen nuestros ciudadanos'", no es menos cierto que se inscriben dentro de un proceso de mayor control en las entradas a las plazas españolas de Ceuta y Melilla. El pasado mes de julio, el Gobierno marroquí prohibió a sus altos cargos que accedan a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, ya sea de visita o de tránsito en sus viajes a Europa, mediante una circular del Ministerio de Exteriores enviada a varias instancias oficiales. La circular especificaba: "Se prohíbe tajantemente a todos los portadores de un pasaporte oficial que los usen para acceder a las ciudades marroquíes ocupadas de Ceuta y Melilla", y les recordaba que deben usar otros puntos fronterizos para salir o entrar al territorio. Marruecos tiene de algún modo "congelada" su reivindicación sobre Ceuta y Melilla, y aunque el vocabulario oficial siempre recuerda que son "ciudades ocupadas", lo cierto es que los fines de semana y las fechas festivas en Marruecos las dos ciudades se llenan de turistas marroquíes que van de compras o de tránsito. Estas medidas de los últimos meses aparecen cuando se ha detectado un creciente interés de los ciudadanos marroquíes por visitar España, hasta tal punto que el año pasado las visitas turísticas de Marruecos a España -unas 900.000- fueron más numerosas que las registradas en sentido inverso.