Marruecos, junto con su rey a la cabeza, como siempre ahogando a sus propios ciudadanos. En este caso se trata de las trabajadoras y trabajadores transfronterizos que vienen a Ceuta a desempeñar su trabajo de forma totalmente legal.
Ahora Marruecos no tiene otra cosa que hacer que querer dejar a más de mil de sus ciudadanos sin trabajo. Trabajo que muchas veces, la mayoría, es el único sustento de toda una familia.
Marruecos, siempre a la hora de renovar la tarjeta de trabajador transfronterizo, nunca había puesto ninguna pega, hasta la fecha, en facilitarles el certificado de estar empadronados en Marruecos a la persona que lo solicitaba. Dicho certificado lo necesita la oficina de Extranjería de Ceuta para proponer la renovación de la Tarjeta de trabajador transfronterizo.
¿Qué motivo tiene ahora Marruecos para negar dicho certificado de empadronamiento? Ninguno, solo joder a los más necesitados, y añadir más paro todavía a su país, por si fuese poco con todo el que ya tiene. Por lo visto se olvida que hay personas que están muriendo en el mar intentando entrar en Ceuta para buscarse un trabajo en España para poder mandar dinero a su familia y con ello puedan subsistir.
No hay que ser muy listo para saber que el gobierno de Marruecos, junto con su rey, el cual manda en todo, pone esas trabas con el único fin de dejar sin trabajo a tantas personas necesitadas. No es que sean malos estos “gobernantes”, es que son lo siguiente (como dicen ahora los jóvenes).
España, y más concretamente Ceuta, le debe mucho a esos trabajadores, cuidadoras de personas mayores y niños, limpiadoras del hogar, hostelería, albañiles, etc., y debería, es más tiene la obligación moral, de hacer algo para que esas personas puedan seguir trabajando legalmente en Ceuta, así que no cabe otra que pedirle encarecidamente a la Delegada del Gobierno que se ponga “manos a la obra” para solucionar esto cuanto antes mejor.