Hace unos días la Delegación del Gobierno trasladaba en una euforia imposible de entender que ya existía solución para la frontera. Que la misma se aplicaría en breve. Que con ella iban a solucionarse los problemas.
A pie de campo el escenario choca radicalmente con la impresión que en la plaza de los Reyes parece tenerse del espacio fronterizo. Un espacio ganado a paso de tortuga por Marruecos hasta el punto de ser quien decide si reina la paz y tranquilidad en el Tarajal o impera el caos. España lo único que tiene son unos pocos guardias civiles sin encomienda clara que escenifican una especie de control, pero que en el fondo se ven atrapados en el poder de decisión gestado al otro lado del paso. Estamos entregados a sus decisiones, al mando de la permisividad o el endurecimiento del vecino país. Las respuestas en el lado español se ven sometidas a unos criterios gestados en un país extranjero, cuyos tentáculos cada vez son más fuertes hasta el punto de que un jefe de su frontera es capaz de mandar más que toda una Delegación del Gobierno.
Así que ayer volvimos a tener avalanchas. De las colas ya mejor ni hablar. El daño causado lo lamentaremos aún más de lo que ya estamos haciendo hasta el punto de que seremos un punto de tránsito irrisorio dentro de esa ambiciosa operación en la que muchos tienen colocadas sus expectativas.
Si nos dedicamos a perder el tiempo haciendo quinielas sobre cuotas de poder sería imposible cuadrarlas en el monstruoso Tarajal. Tener allí un puñado de guardias expuestos a cómo funcione el vecino país es un auténtico crimen, amén de un despropósito de tal calado que nos deja en evidencia a todos los niveles. No es de chiste porque resulta demasiado grave como para teñir de ironía lo que no lo tiene.
No se trata de blindar el Tarajal con 200 guardias más si el funcionamiento del paso depende de lo que determine un solo hombre al otro lado. Las historias a pie de terreno constituyen una lectura esquizofrénica cuando una se para a pensar que esa línea del caos y del sometimiento es etiquetada como Frontera Sur de Europa. Parecen más las trincheras de las épocas oscuras en las que todo vale. Tal es así que buscar una explicación racional a esto es más complicado que entender aquello de la línea imaginaria fronteriza que nos explicaba el exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
Un artículo que una vez más deja bien claro la situación muy preocupante de la frontera del tarajal,en este espacio y sobre este mismo tema he denunciado varias veces la anarquía de las autoridades de Marruecos, es decir , no existe jerarquía, el wali no pinta nada en la frontera, en BAB SEBTA, manda y como le sale de las narices un tal Tarek, que por cierto odia a los ceutíes, los TENTÁCULOS, no sólo se emplean en la frontera en la misma ciudad y en casi todos los ámbitos, vamos cediendo poquito a poco , todo a Marruecos, residencias, empadronamientos,planes de empleo, etc es el principio del fin, conocemos a j. Vivas y su cobarde comportamiento espero que la nueva delegada sea más firme de lo contrario, cierra y vamonos
Pero eso siempe ha sido así, Marruecos toma decisiones a diario en la frontera que a veces pueden ser o parecernos caprichosas o nó. Eso no lo sabemos y tampoco podemos hacer gran cosa.
Pero nosotros llevamos tiempo sin hacer los deberes. En principio si habilitamos 2 carriles (uno para mercancias), la zona de embolsamiento y algo de personal que lo organice, después se puede hablar de otras cosas y echarle la culpa a otros.
Pero mientras nosotros no hagamos los deberes no es serio echarle la culpa a otros, ni tampoco depender en exceso de sus decisiones y acuerdos porque nos van a apretar o chantajear siempre que quieran.