Agentes marroquíes frenaron a primera hora de la tarde de ayer un intento de entrada protagonizado por una decena de inmigrantes subsaharianos por Benzú. Los protagonistas de este abortado pase llegaron a arrojarse al agua pero no lograron su objetivo de alcanzar a nado el espigón para llegar hasta Ceuta.
El gran dispositivo formado a pie de playa y en los alrededores por las fuerzas marroquíes lo evitó. El ruido de las sirenas de alarma, en torno a las 15.00 horas, levantó de su rutina a la barriada de Benzú, cuyos vecinos se convirtieron en testigos de referencia del pase que pretendían llevar a cabo los subsaharianos. Prácticamente se repetían las escenas que el pasado febrero coparon protagonismo no solo en los medios locales sino también nacionales. A diferencia de aquel episodio en el que media docena de subsaharianos terminó encaramado a la valla, ayer los inmigrantes no consiguieron siquiera salir de la playa de Beliones, quedando rendidos al férreo control marroquí. La Guardia Civil, también alertada, no tuvo siquiera que intervenir. Los inmigrantes, una vez detenidos, fueron retirados del lugar adoptándose medidas de presión sobre la arena para llevarse, por la fuerza, a los subsaharianos. Lo que sucedía a esa hora recordaba lo que a primera hora de la mañana se había producido en los montes marroquíes próximos a Beliones. Un grupo de entre 15 y 20 subsaharianos hizo el amago de acercarse hacia la playa pero fueron repelidos por las fuerzas de seguridad marroquíes. Se producía en torno a las 7.00 horas y ni siquiera la Benemérita actuó o se desplegó porque la zona de aproximación de los inmigrantes era bastante lejana al territorio español. En este caso los inmigrantes fueron rechazados en el propio monte salvo un subsahariano que consiguió acercarse a la playa, empezar a nadar pero no consiguió cruzar el espigón. La Bahía de Beliones, al igual que la del Tarajal, están fuertemente vigiladas por las fuerzas marroquíes que tienen incluso desplegadas unidades marítimas para salir si detectan la presencia de embarcaciones. Complicado es para los inmigrantes alcanzar su meta, que no es otra que la de llegar a Ceuta, dejando atrás unos campamentos en los que las condiciones de vida son cada vez peores. Alguno, no obstante, lo consigue. Así ocurrió la semana pasada cuando una pareja de subsaharianos logró cruzar a nado el espigón de Benzú ayudándose de cámaras neumáticas obtenidas de las ruedas de los vehículos. Cansados y ya sin fuerzas lograron llegar a nado, primero, y a la carrera, después, hasta la carretera del cafetín de Benzú, en donde fueron interceptados por las patrullas de la Guardia Civil. Estas han sido las únicas entradas detectadas por la zona de influencia del vallado, que ha sido incapaz de ser quebrantado por los subsaharianos desde la entrada en vigor de la reforma legal.
Y en el Estrecho, un rescate de 8 inmigrantes
Salvamento Marítimo rescató ayer en el Estrecho de Gibraltar a ocho inmigrantes subsaharianos, entre ellos una mujer, cuando intentaban alcanzar las costas españolas a bordo de una embarcación neumática de juguete. Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, el rescate se inició a las 9.30 horas, cuando se detectó la presencia de la barca en aguas del Estrecho. Salvamento Marítimo movilizó la embarcación ‘Salvamar Alkaid’ y el helicóptero Helimer 205, que localizaron la embarcación a 11,5 millas al suroeste de la costa de Tarifa (Cádiz). Todos los subsaharianos fueron trasladados a la península.