Basado en un decreto extraordinario aprobado para afrontar las circunstancias trágicas impuestas por la propagación del maldito Covid-19, según nuestras fuentes fiables, está previsto en cualquier momento, durante los tres próximos días, que el gobierno español organice la vuelta tanto de los nacionales como residentes en España. Así, es posible que antes del día 31 de marzo se flete un avión de la empresa Iberia desde Casablanca a Madrid.
Muchos compatriotas españoles y residentes: turistas, empresarios, funcionarios, empleados, y responsables en ONG, están viviendo, como casi todo el mundo en Marruecos, situaciones de angustia, estrés, pánico…, contando cada minuto el número de víctimas de esta situación caótica: España está al borde de los 5.000 muertos.
En este marco, aún no sabemos cuántas personas hay involucradas en este procedimiento. Pero sí conocemos, según las mismas fuentes, que existe un grupo en WhatsApp de españoles cooperantes y residentes en Marruecos, recomendado por la Embajada española, que actúa como un instrumento más, para intercambiar informaciones sobre el estado actual de sus proyectos, así como de la situación en la que actualmente se encuentran turistas, cooperantes y otros, y sobre su posible retorno a España con el apoyo del gobierno español.
La Embajada y los consulados del estado español en Marruecos, están obligados, en este sentido, a gestionar e intervenir de una forma ágil, digna, justa, transparente y humana, que garanticen, sin fisuras, el regreso tanto de nacionales como de residentes a sus casas y a sus familias; y mucho más cuando el contexto está marcado, como ocurre a día de hoy, por el dolor, por las múltiples historias de muerte y por tristes despedidas.
Cabe señalar que Fundación Sevilla Acoge (F.S.A.), una de las organizaciones no gubernamentales que trabaja el ámbito de la cooperación internacional para el desarrollo en Marruecos, tomó la decisión de suspender provisionalmente los proyectos que se están realizando en Marruecos, siendo en este contexto imposible de llevarlos a cabo, debido a las medidas relacionadas con el Estado de Alarma decretado en España, y el Estado de Alerta declarado en Marruecos.
El equipo técnico de FSA que se encuentra en Marruecos se quedó atrapado en la ciudad de Tetuán, por lo que ha realizado una serie de gestiones y trámites en España con el actual presidente de la Fundación, José Chamizo de la Rubia, exdefensor del Pueblo Andaluz, y en Marruecos, a través del responsable del Departamento de Cooperación Internacional, Omar El Hartiti, con la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo, con la sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional en Rabat, con la Embajada de España en Rabat, y con el consulado de España en Tetuán, para organizar la operación de retorno de los miembros del equipo a España.
El equipo de la Fundación Sevilla Acoge que desea volver a España está formado por tres nacionales: Omar El Hartiti, vicepresidente de Sevilla Acoge y responsable del mencionado departamento; Juan Carlos Galiana, psicoanalista y formador en temas de vulnerabilidad y director de teatro, muy conocido en Andalucía; Miguel Verdasco Martín, trabajador social, exdirector de varios centros de menores en España y exdirector de varios programas de inserción; y Oussaynou Dieng, de origen senegalés, técnico de proyectos de cooperación al desarrollo y mediador intercultural.
Parece ser que el retorno del equipo técnico de Sevilla Acoge a España, se encuentra en estos momentos en un procedimiento muy extraño debido a la propuesta planteada por el canciller del consulado español en Tetuán, a través de una conversación telefónica el pasado miércoles 25 de marzo, a Juan Carlos Galiana y a Miguel Verdasco Martín. Lejos de cualquier protocolo ético de consultar al vicepresidente de la organización y responsable del Departamento de Cooperación, Omar el Hartiti, que como máximo responsable institucional desplazado en Marruecos, inició los trámites correspondientes a través de la dirección de la FSA, comunicando a la A.A.C.I.D., y expresando el deseo de los cuatro técnicos de esta fundación, expatriados en Marruecos, de volver a sus lugares de residencia en España. Siendo también el intermediario que dio información sobre la situación a la Oficina Técnica de Cooperación de la A.E.C.I.D., en Rabat.
Después de todas estas gestiones hubo decepción. El canciller del consulado de España en Tetuán estima actuar de forma discriminatoria, aunque sea contradictorio con el texto del decreto del gobierno español y con su contexto extraordinario, violando la igualdad entre ciudadanos españoles y sus derechos civiles en el marco de la plena ciudadanía. Así, de forma cuestionable, ofreció la posibilidad de un posible retorno a España el día 31 de marzo únicamente a dos nacionales: Juan Carlos y Miguel, y excluyó al tercer nacional, Omar el Hartiti, por ser de origen marroquí y por su doble nacionalidad, y también a Oussaynou Dieng, de origen senegalés, residente desde hace vente seis años en España, argumentado con negligencia y sin aclaraciones que el caso de estos últimos por instrucciones y/o razones oficiales.
“Me parece injusto, contradictorio, discriminatorio y selectivo, por no decir otra cosa. Ni siquiera me habló de lo que dice el decreto del gobierno de España que refleja de manera contundente la repatriación de los nacionales y residentes en España. Pienso que teniendo actualmente en nuestro país un gobierno de izquierdas con sus políticas sociales y responsabilidades humanitarias, lo que propone el canciller es increíble porque su discurso es absolutamente discriminatorio”, opinó Juan Carlos Galiana quien agregó con determinación: “Aquí Estoy muy bien, aunque encerrado como la mayoría del mundo, pero muy bien, y no sé cómo voy a estar en España. Hemos de salir de Marruecos igual que como entramos: siendo un equipo de profesionales vinculados a los principios “de bien común y solidaridad”: o salimos los cuatro, o no salimos ninguno”.
Por otro lado, Miguel Verdasco Martin, expresó su solidaridad con sus compañeros del equipo técnico: “Es injusto, inhumano, e ilegal. La solidaridad puede sonar en esta situación como palabra altruista, pero si después de todas las gestiones y negociaciones que se están haciendo, prevalece que si mis compañeros Omar y Oussaynou no pueden viajan en este “futuro” avión; yo no viajo tampoco; me quedo aquí, porque no se trata de estar mejor o peor, se trata de gozar de los mismos derechos. Somos personas que han dedicado una trayectoria importante de nuestras vidas a la defensa de principios, valores y derechos humanos, y no podemos cambiar nuestras convicciones”.
Y Para poner un enlace a esta situación polémica de sufrimiento vinculada realmente a un marco legal excepcional en el que se aplicaron decretos, se tomaron decisiones soberanas a nivel de los dos países vecinos, y se establecieron acuerdos extraordinarios con plena coordinación. Así, algunas fuentes oficiales tanto del gobierno español como del marroquí, han explicado a los responsables de FSA que Omar el Hartiti no puede salir de Marruecos debido al estado de alerta, pese a que él tiene la doble nacionalidad.
De momento esta es la situación: Las salidas son imposibles, y las entradas se estudian individualmente, según los casos. Tampoco Marruecos puede abrir esta opción a miles de marroquíes que viven en otros países y han solicitado el retorno a su país en estas circunstancias incontrolables y de fuerza mayor.
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