Con el cierre de la frontera marroquí al inicio de la pandemia, varios meses atrás, el país vecino vio cómo se debilitaba su sector turístico con un notable descenso de las llegadas por motivos de salud. Ahora, su Gobierno plantea la posibilidad de reducir las limitaciones de entrada a quienes vienen de visita eliminando la condición de entregar los resultados de un test serológico al arribar a la zona y dejando tan solo la petición de un PCR con resultado negativo para todos los turistas que lleguen a
Marruecos. Cierto es que ya el pasado 10 de septiembre, y para paliar las secuelas económicas de la pandemia, el vecino marroquí reabrió sus fronteras a aquellos turistas extranjeros que tuvieran reserva de hotel en el país, siempre y cuando no fuese necesaria la emisión de un visado para entrar en la zona. Desde España, por ejemplo, sí se podía viajar al norte de África mediante algunos vuelos comerciales, pero según apunta el Ministerio de Asuntos Exteriores solo pueden atravesar la frontera los ciudadanos marroquíes, así como sus familias, y aquellos que aún no siendo del país sí residen en él. Además, es posible la entrada a quienes no formen parte de ninguno de estos dos grupos siempre y cuando acudan por motivos de trabajo, siendo avalados por una empresa marroquí. Mientras que en 2019 la ciudad de
Marrakech, una de las más visitadas, atraía a más de 3 millones de viajeros en todo el mundo en un mercado del que dependían miles de personas dedicadas a la acogida de turistas, este año la situación es muy diferente. En el pasado mes de septiembre, el país duplicó los contagios causados por la COVID-19 llegando a rebasar los cien mil casos. Queda por confirmar si las nuevas medidas planteadas saldrán adelante y más personas podrán, dentro de poco, visitar Marruecos.