Marruecos, el chantaje permanente

El chantaje como política contra el Reino de España se está convirtiendo en una rutina difícilmente soportable. No es asumible que un Gobierno que se precie de defender los interese generales de la nación ceda un día sí y otro también ante las presiones espurias provenientes tanto del interior como del exterior de nuestro país.

En el interior, el caso de las regiones vasca y catalana son las que más dinero absorben del resto de los españoles mediante el chantaje de sus dirigentes , a cambio de sumar en las votaciones para aprobar leyes en el Congreso y Senado , en parte debido a la fraudulenta Ley Electoral que nadie quiere cambiar a pesar del cáncer político que supone al primar circunscripciones con menos habitantes, de cesión permanente de competencias, y en el caso de la región vasca, además, de la disminución de lo que la hacienda foral debe pagar al Tesoro para el cumplimiento del Cupo. Como resumen en vez de agradecimiento por lo que hacemos el resto de españoles, queda un poso de odio, perceptible claramente en las televisiones públicas de esas regiones, mientras los tunos de turno amenazan, una vez más, con un referéndum de independencia unos y los de ETA la exigencia del derecho de autodeterminación, todo ello en contra de lo establecido en la Constitución.

Por lo que al exterior se refiere el Gobierno del sultán marroquí veraneante permanente, está siguiendo la política que tan buenos resultados está dando a los separatistas españoles desde la Transición, por supuesto el chantaje, en este caso a cambio de dinero, cesión de competencias, freno de inmigrantes en las fronteras, cambio de postura en la política exterior incluso con exigencia de cambio de la Ministro de Asuntos Exteriores González Laya, como señala el periódico El Confidencial: “Rabat exigió, en una reunión secreta celebrada en julio de 2021, la cabeza de la ministra de Asuntos Exteriores como condición previa para dialogar sobre la normalización de la relación con España” , a este chantaje otros le llaman “política”, aunque siempre cae del mismo lado. El jefe del Gobierno español, como todos los anteriores, asume esa política, esta vez en grado superlativo, y cede ante el chantaje, mientras el fulano dirigente, el veraneante sultán se apropia de aguas españoleas, cielos españoles y un Sahara, teóricamente administrado por el Reino de España a la espera de lo establecido en las resoluciones de las Naciones Unidas. Solamente una ministro, la vicepresidente Yolanda Díaz se ha opuesto a la política chantajista al responder en una entrevista sobre si revertiría el giro de 180 grados a la posición sobre el Sáhara que ha dado Pedro Sánchez al apoyar que sea una provincia autónoma dentro del país africano en lugar de defender el derecho de su población a determinar su futuro a través de una solución negociada como se había mantenido tradicionalmente: “Sin lugar a dudas. Yo tengo mi posición clarísima”, respondió la vicepresidente, añadiendo “Trabajo con Marruecos todos los días, es nuestra frontera sur. Ahora, Marruecos es lo que es, una dictadura”, algo que saben hasta los marroquíes.

Mientras el sultán veraneante permanente acumula desmanes contra la soberanía española esta vez mediante el presidente del Senado marroquí Enaam Mayara, llamando a sus compatriotas en España a entrar en la política española para favorecer los intereses de Rabat. “La comunidad marroquí en España debe ser vista como un instrumento de presión y de apoyo capaz de influir en la política exterior de este país amigo. La comunidad en el vecino del norte debe ser alentada a participar en el proceso político de ese país (…). Los miembros de la comunidad marroquí deben ser animados a ser parlamentarios en el país cuya nacionalidad ostentan con el fin de defender los intereses de su patria -Marruecos- siempre que sea necesario”, además la cuarta autoridad de Marruecos declaró que las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están “ocupadas” por España y hay que “liberarlas” aunque veía factible recuperarlas en un futuro por la vía de la negociación “sin recurrir a las armas”. Es decir, los marroquíes que obtengan la nacionalidad española deben ayudar a destruir la unidad de España para salvar a su patria, Marruecos y organizarse en partidos políticos para recuperar no solo Ceuta y Melilla, también Canarias y el Andalus que para ellos es toda España menos Asturias. Lo que debería haber sido objeto de una respuesta diplomática enérgica, por ejemplo con la llamada del embajador español o mediante él, ante el trono vacío o a medio llenar.

Marruecos emplea también a los llamados tontos útiles, como pueden ser la tal Trujillo, el bobo solemne el tal Zapatero, o incluso el presidente de la ciudad autónoma de Ceuta, de los dos primeros ya glosamos en otro momento su ayuda a España, en unos casos señalando lo atípico del asunto por lo antiguo y la geografía para ceder Ceuta y Melilla, como si España no fuera antigua lo mismo que su geografía, y en otros casos apelando al multiculturalismo, otra falsa ensoñación. El multiculturalismo no existe como no sea de una forma descriptiva, pero no como unión de culturas. Civilizaciones que se soportan en un mismo territorio, como son la occidental basada en el cristianismo y la musulmana en el Islam, se unen como el agua y el aceite y por mucho Iftar (almuerzo musulmán después de la puesta del sol por el Ramadán) al que hayan acudido el presidente de Ceuta, Juan Vivas (PP), el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en el Parque Marítimo de Mediterráneo de la ciudad autónoma, es como si llevas a un imán a la procesión del Corpus en Sevilla, puro folclore, aunque , para humillarse una vez más ante Marruecos, se disfraza de “poner en valor la convivencia en Ceuta y la sociedad multicultural como una de sus señas de identidad más apreciadas” ,sibilinamente es un suma y sigue, Ceuta es una ciudad española y por tanto inmersa en la civilización occidental y pocos ayudan a resaltarlo.

"A la España dentro de la OTAN, no se le ocurrirá tocarle un pelo bélico, ya lo hace con los musulmanes del interior con la política del orate del senado marroquí, pero con la España que no está en la OTAN, puede ser otra cosa"

Mientras nuestro valiente presidente, se inhibe, y mira siempre para otro lado, por ejemplo ante la piscifactoría marroquí que ocupa aguas españolas y lleva dos años sin plantar cara a Marruecos tras esta injerencia en aguas territoriales españolas. Transportes abrió expediente a la empresa que instaló las jaulas y le dio 20 días para retirarlas, pero ahí siguen. Exteriores se excusa: “desmantelar la piscifactoría atiende a razones empresariales y no «políticas” y el chantajeado Felón español responde debidamente al chantaje siendo sumamente generoso con el sultán veraneante permanente y mucho más desde que el asunto “Pegasus” salió a la luz y seguidamente se sumergió en la obscuridad donde por ahora continúa. Con el eufemismo de “dar un nuevo paso en las relaciones comerciales con el país vecino” el Consejo de Ministros aprobó hace dos semanas la concesión de un crédito reembolsable por un importe de cinco millones de euros para el suministro e instalación de dos plantas potabilizadoras en Marruecos. Pura calderilla para el sultán que el pasado año estuvo fuera de su país más de doscientos días y este año en Gabón, aún no los han contado. El proyecto consiste en el aprovisionamiento de agua potable mediante el suministro e instalación de dos plantas compactas de tratamiento por ósmosis inversa con el fin de reducir el contenido de sales minerales del agua en las localidades de Zag y Moulay Brahim.

Esta ayuda del Gobierno a la potabilización de Marruecos es sólo una mínima parte de la lista de subvenciones que en enero superaron los 120 millones de euros y que el Felón ha otorgado al sultán veraneante permanente con la excusa de un falso “control migratorio” que no impide el goteo de entradas de ilegales en el país, con cierre de fronteras incluido .Además de las subvenciones el Ejecutivo acordó en febrero, durante la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre ambos países, 800 millones de euros para una línea de crédito destinada a las compañías españolas que quieran invertir en Marruecos.

Mientras Marruecos sale de compras y se arma escandalosamente. Este año ha incrementado el presupuesto de defensa en un 3,6% llegando a los 5.100 millones de dólares pero con un techo flexible hasta los 11.000 millones de dólares, el doble de lo presupuestado, con las alforjas llenas se rearma con la ayuda de EE.UU e Israel. En Febrero, en Israel adquirió el lanzacohetes PULS, un sistema de artillería de alta tecnología y posteriormente y curiosamente el mismo día en que el Consejo de Ministros aprobó el crédito de cinco millones de euros para la instalación de las dos potabilizadoras en Marruecos, el Departamento de Estado de Estados Unidos acordó entregar a Rabat 18 antimisiles HIMARS —Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad por sus siglas en inglés—, equipados con misiles tácticos ATACMS y bombas aladas JSOW AGM154C por un coste de 524,2 millones de dólares. Este sistema lanzamisiles está considerado una de las armas más potentes que existen en el panorama actual militar, y está siendo determinante en la guerra de Ucrania, donde los HIMARS están protagonizando la defensa contra Rusia. Ese armamento previsiblemente lo utilizará para defenderse de sus vecinos más próximos entre los que Alá ha querido que sean Argelia y España. A la España dentro de la OTAN, no se le ocurrirá tocarle un pelo bélico, ya lo hace con los musulmanes del interior con la política del orate del senado marroquí, pero con la España que no está en la OTAN, puede ser otra cosa.

Está claro que la unión de EEUU y Marruecos se ha estrechado desde el reconocimiento por parte estadounidense de la pretendida soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental. Hay que recalcar que el cambio de postura respecto del Sáhara es debido a una decisión personal del Felón, sin respaldo de las Cortes Españolas ni de la Jefatura del Estado, ni de la oposición, ni ha sido discutida ni decidida en las Cortes españolas como debe ser toda actuación que obligue al Reino de España en el Exterior; es una decisión “ad hóminen” que no compromete al Reino de España y que debe ser anulada una vez haya un nuevo presidente en el poder y si es esa la política que se desea, lo sea con todas las garantía de las Cortes Generales , el apoyo del Congreso y del Senado, la oposición y el Jefe del Estado, pero eso no creo que sea lo que quiere nuestra sociedad que, en mi opinión, sin duda mayoritariamente está del lado de los saharauis . Será difícil enfrentarse al chantaje marroquí mientras tengamos a un fulano como presidente del Gobierno.