La policía de
Marruecos ha desmantelado este lunes una célula terrorista formada por cuatro personas en la localidad de Sidi Slimane, a unos 120 kilómetros al este de la capital Rabat, según informó el Ministerio del Interior del vecino país en un comunicado. Los detenidos, de entre 23 y 51 años, poseían distintos aparatos electrónicos, armas blancas, trajes militares y varios documentos que probaban supuestamente su adhesión al Estado Islámico (EI). La policía, en un operación dirigida por el Buró Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ, órgano antiterrorista), encontró además una bandera del EI y publicaciones de incitación a la violencia y justificando los ataques suicidas. Según las primeras investigaciones, los detenidos habrían sido reclutados por un individuo que sería el jefe de la célula y que ya había sido arrestado previamente, en 2014, durante otra operación antiterrorista. Todos ellos habrían planificado la comisión de acciones terroristas que pretendían "atentar contra la seguridad de los ciudadanos y desestabilizar el orden público", señaló el comunicado del Ministerio sin dar más detalles. Los sospechosos están bajo custodia policial mientras sigue la investigación que conduce la fiscalía, antes de ser presentados ante la justicia. Esta es la segunda célula terrorista que desmantela Marruecos en apenas un mes, ya que a inicios del pasado mes de febrero también se detuvo a otros seis miembros seguidores del Estado Islámico, en ese caso en las ciudades de Casablanca, Mohamedía y Azilal. En esa operación, similar a la que se ha llevado a cabo este lunes, se detuvo a seis yihadistas planeaban cometer atentados terroristas (que no se detallan) como paso previo al anuncio de una “wilaya” o provincia del Estado Islámico, similares a las que el grupo terrorista ha proclamado en otros lugares. Con esto confirma el trabajo antiterrorista que Marruecos está llevando a cabo, también centrado en el desmantelamiento que dan apoyo de cualquier tipo a grupos yihadistas.