Si tras los asaltos a la valla de 2005 se llevaron a cabo campañas de detención masivas para calmar las voces críticas llegadas desde Europa, ahora vuelven a sucederse acciones de este tipo que devuelven las imágenes más duras y temidas por los propios subsaharianos.
Según lo denunciado por los propios inmigrantes y los colectivos que los representan, en las últimas horas se ha llevado a cabo una nueva campaña que se ha materializado en la detención de más de cien subsaharianos, ochenta de ellos en Rabat. Procedentes de Mali, Níger, Costa de Marfil y Congo, entre otros países francófonos, se han llevado a cabo por sorpresa y sin interrogatorios previos; es decir, sin cuestionar si se trata de solicitantes de asilo o de refugiados.
Yené Fabien Didier, del Colectivo Comunidades Subsaharianas en Marruecos (CCSM), ha informado, a través de las agencias informativas, que los arrestos se han producido en varios barrios populares de Rabat “sin que se les haya informado del motivo de su detención”.
La policía, en algunos casos actuando sin uniforme, detuvo a todos estos emigrantes, supuestamente en situación irregular, y los condujo a los calabozos sin ser presentados al juez de instrucción. Algunos de los afectados se comunicaron con Didier y le dijeron que habían sido trasladados a Uxda, junto a la frontera con Argelia, lo que suele ser antesala de una expulsión al país vecino, por el que teóricamente habían entrado.
Según el CCSM, estos emigrantes “son constantemente víctimas del juego de ping-pong entre los dos países: Marruecos los expulsa a Argelia, y Argelia los expulsa a Marruecos”.
Ahora llega el temor. En otras épocas ha habido detenciones masivas de mujeres (algunas embarazadas) y niños. Se han producido muertes de recién nacidos en la propia frontera con Argelia y se ha abandonado a los subsaharianos a su suerte en pleno desierto. ¿Qué quieren los colectivos? Que se hagan prevalecer los derechos humanos, que no haya arrestos sin fundamento, que no haya redadas indiscriminadas como las que se están produciendo y las que se temen.
Las oenegés que trabajan en Marruecos apoyan a los sin papeles pero no pueden luchar contra órdenes que persiguen, así, aliviar la presión sobre las fronteras de las dos ciudades hermanas.
1.700 africanos esperan para huir
Más de 1.700 inmigrantes subsaharianos se encuentran en la localidad libia de Sabha, en el sur del país, atrapados por el conflicto, según ha advertido en un nuevo balance la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que ha reclamado la evacuación de estas personas. El portavoz de la OIM, Jean-Philippe Chauzy, ha explicado a Reuters que la organización estudia la posibilidad de evacuar a estos inmigrantes "por aire o carretera, posiblemente a través de la frontera con Chad". "Necesitaríamos escolta", ha señalado. Los extranjeros proceden en su mayoría de Chad, pero también de Níger, Somalia, Eritrea y Nigeria. Actualmente, viven hacinados en un centro de paso gestionado por la OIM que únicamente tiene capacidad para entre 500 y 600 personas. Sabha permanece bajo el control de las fuerzas gadafistas y los subsaharianos podrían verse envueltos en enfrentamientos entre rebeldes y tropas leales al régimen de Muamar Gadafi. La OIM había indicado el martes que 1.200 inmigrantes necesitaban ayuda en esta localidad. Sabha es punto de paso en la ruta hacia Chad o Níger, países que "probablemente" estarían intentando alcanzar los inmigrantes en su huida desesperada de Libia, donde desde febrero se libra un conflicto armado.