El parlamentario defendió que los ceutíes tienen un sentimiento mayoritario de compasión en relación con el efecto migratorio, al igual que un rechazo frontal hacia las redes clandestinas “porque nos encontramos ante el fenómeno de una nueva esclavitud”. Destacó que Ceuta es “una ciudad profundamente solidaria y humanitaria donde entre sus ochenta y seis mil habitantes tenemos ahora mismo alrededor de unos setecientos inmigrantes”. No quiso dejar fuera del fenómeno de la inmigración el tema de los menores no acompañados, “porque como ahora se está sabiendo también existen redes que se dedican a la venta de estos niños o esos menores marroquíes que llegan hasta las ciudades de Ceuta y Melilla. Ahora mismo tenemos el centro con unos cien aproximadamente”.
Dijo que nuestra ciudad “es un punto de tránsito para ellos”, ofreciendo datos como que las urgencias en el Hospital Universitario en un treinta por ciento son para inmigrantes venidos del otro lado de la frontera o el treinta por ciento de la maternidad. Y alegó que el veinte por ciento de los recursos de los Servicios Sociales de la Ciudad van dirigidos a extranjeros, “todo ello en una ciudad con una tasa de paro del cuarenta por ciento y en el caso del paro juvenil de un sesenta y donde no nos sobran los recursos, pero nunca se ha producido una voz más alta que la otra para protestar por esta situación, a diferencia de otras zonas de Europa donde se escuchan movimientos populistas en estos momentos”.
Disculpó la presencia del presidente Vivas
El invitado para estar representando a Ceuta era el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, quien figuraba en todos los programas que se habían realizando. Sin embargo, ante el temporal de levante que comenzó a media mañana de ayer decidió suspender el desplazamiento y se nombró al consejero de su gobierno y diputado nacional, Francisco Márquez, para que le sustituyera en la mencionada mesa redonda.
El diputado defendió la necesidad de los controles fronterizos
El parlamentario ceutí dijo ante todos los asistentes a esta mesa redonda sobre la inmigración que es una obligación de todos los estados el control de sus respectivas fronteras, “porque las mismas no pueden ser permeables, ya que se produciría un verdadero efecto llamada y defendemos que el fenómenos migratorio hay que tratarlo en su origen”.
Asimismo explicó que la “respuesta no puede ser local ni nacional, sino global, porque es necesario implicar más a la Unión Europea, para contar con más calor, más medios y más recursos, somos la frontera Sur y esta frontera Sur es la puerta de entrada de todos y hay que convencer a nuestros vecinos del Norte para ello”.
Puso varios ejemplos de las diferencias de renta y de perspectiva de vida entre un país como Malí y España, “y nos encontramos que tenemos treinta veces más renta que esta Nación y una esperanza de vida de treinta años más. Pero incluso con Marruecos son doce veces más, una diferencia que incluso no se produce entre Estados Unidos y México”.
Otras razones que ofreció para la existencia del fenómeno migratorio fue el efecto de la globalización y una imagen distorsionada de Occidente, los intereses económicos de las redes y mafias que mueve a miles de personas y también una razón humanitaria lógica de cualquier persona por progresar en su futuro ante la vida.