El diputado ceutí, Francisco Márquez, señala que los socialistas quieren instalar el miedo en el cuerpo a los ciudadanos españoles cuando hablan de las reformas en materia educativa y sanitaria. Es la impresión que el parlamentario ha obtenido, después que ayer se convalidaran en el Congreso los reales decretos que establecen los ajustes en materia educativa y sanitaria.
No entiende como en el caso de la Educación "se puede decir que por aumentar la ratio o solicitar un incremento pequeño en el número de horas lectivas de los profesores se está poniendo en peligro el sistema público". Desde su punto de vista, aquí nada más que se están dando las herramientas a las comunidades autónomas para que puedan optimizar recursos y lograr cumplir con el objetivo de déficit con el que nuestro país está comprometido, "porque el problema para el profesorado ha estado de verdad en esa pérdida de autoridad que han tenido en los últimos años y que nosotros nos hemos comprometido a corregir". En este caso de la reforma educativa alega el parlamentario que "desde nuestro partido se entiende que ha llegado el momento de ser responsable. Todo el esfuerzo en inversión que se ha realizado en los últimos años no ha dado resultados, porque los gastos por alumnos son mayores y las conclusiones son peores que en otros países de nuestro entorno".
Relacionado con el tema sanitario defiende que el PSOE manifestó ayer en el Congreso que la Sanidad había dejado de ser universal y que "hacemos pagar a los pensionistas". Dijo de manera muy clara que los españoles siguen teniendo sus derechos a una Sanidad gratuita y que nada más se acota la atención a los inmigrantes irregulares a los que solamente se les permite la atención en urgencias o en caso de necesidades vitales, "pero que no es lógico que puedan acceder a la cartera completa de derechos sanitarios de los españoles". Y, luego, en cuanto al copago farmacéutico por parte de los pensionistas alega que es necesario poner coto al derroche de medicamentos que tenemos en nuestro país "y esa pequeña cantidad de ocho euros, que será el dinero que pagarán al mes el noventa y uno por ciento de los mayores, no es para recaudar más, sino para frenar ese despilfarro que tradicionalmente existe en España en materia de medicinas".
Comentó que no se rompe con este real decreto la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y "ahora el paciente es el centro del modelo, porque es imposible continuar con un déficit de dieciseis mil millones de euros que debe ahora mismo el sistema sanitario. Por supuesto, no es la gran reforma que necesita la Sanidad española, pero ahora es un instrumento para garantizar la sostenibilidad".