[et_pb_section bb_built="1"][et_pb_row][et_pb_column type="4_4"][et_pb_text _builder_version="3.0.64" background_layout="light" text_orientation="left" border_style="solid"] Realmente no sé si sabré expresar con palabras todo lo que siento, sobretodo cuando son tantos y tan diferentes los sentimientos que se mezclan en mi corazón. No soy mucho de dar rienda suelta a mis sentimientos pero necesito tanto por mi parte como por la de
Mariano y nuestra hija Paloma agradecer a todos vuestras muestras de cariño, de apoyo, en una palabra de amor. Sí, de amor. Todos sus amigos podéis estar muy tranquilos porque Mariano ha sentido vuestro amor. Cuando vio al equipo con la inscripción en la camiseta: MUCHA FUERZA, ÁNIMO MARIANO. ¡Madre mía Kino, cómo se emocionó! Me dijo:- Por favor, ¿Has visto cariño?, está todo el mundo volcado conmigo... Eso es...¡con qué sencillez sabías definirlo todo amor mío! Volcados desde el principio hasta el final. Por eso quiero que estéis tranquilos todos y necesito decir, (aunque sé que muchos me regañáis cuando lo digo) Gracias. Gracias también a todo el personal del hospital por su trato profesional y cariñoso en todo momento. A los chicos de la ambulancia ( Dios mío, ¡Con cuánto mimo lo desplazabais!), a la policía Local por el día del funeral, a los vecinos de la Colonia Weil, a mis compañeras catequistas, a todos. Entre los malos momentos de angustias, de miedos, de impotencias, de dolor en el más crudo sentido de la palabra, con vosotros surgían los momentos de risas, de paz, de ánimo, de cariño también en el más puro sentido de la palabra. Cada uno le dabais de vuestra medicina que era justo lo que necesitaba. Mariano y yo queremos dar las gracias de una forma especial a ‘SUS ÁNGELES’ , ellos saben quiénes son y sé que no les gustaría hacerse públicos. Amor, espero haber hecho bien los deberes y haber sabido agradecer todo como tú lo harías. La sencillez y la bondad te han definido siempre. Me has regalado tanto amor que tengo de sobra para el resto de mi vida. Solo teníamos que mirarnos. Esa mirada cómplice que tan felices nos hacía (y nos va a seguir haciendo). Un día me dijiste que te querías volver a casar conmigo en las bodas de plata y te prometo que ese día lo haremos...ya me buscaré las maneras cariño.
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