María Cristina me quiere gobernar

El espectáculo de los  aspirantes a gobernar una de las naciones más importantes del planeta durante la campaña electoral me ha parecido más  eso, un espectáculo, por lo que me he quedado sin conocer como resolverían los grandes problemas que tiene nuestro país, España. Verdaderamente en unas elecciones a la Presidencia del Gobierno ¿alguien puede decir que se han debatido los problemas más importantes que tienen nuestra nación?

En primer lugar, si tuviésemos que tan solo enumerar los problemas que en este tiempo hay que resolver, en esa lista incluiríamos: el paro, la corrupción en todas sus vertientes :  la de los partidos políticos, la de las Administraciones y  la  judicial, la forma de Estado, la reforma o no de la Constitución y en su caso qué habría  que reformar,  el modelo regional, la lengua, el modelo de la  enseñanza y de  educación , las Fuerzas Armadas que queremos y sus objetivos en  la defensa de la Nación, la independencia judicial, la política internacional, la igualdad en el sistema sanitario, la ley electoral, qué  energía queremos, el modelo fiscal y financiero, el control del gasto público,  el modelo de pensiones para asegurar que no faltará el montante suficiente, el aborto, la posibilidad o no de que los mal llamados “matrimonios” entre homosexuales pudieran o no adoptar niños, la inmigración, o si la Ley de violencia de género es la más justa de las posibles de acuerdo con la Constitución etc. Acaban de atacar la embajada española en Kabul y el presidente dice primero, que es una buena noticia porque no atacaban a España, más tarde tras 12 horas de asedio hay dos policías muertos españoles y alguno ciudadano más  de aquél país y aquí no pasa nada. Nada más que la cobardía desde la generación de este gobierno,  y con el tambor de hojalata, apoyamos enseguida a Francia.
Seguramente se escapan muchos otros problemas que algunos de ustedes por su  situación personal pondrían en primer lugar. Yo al menos, me he quedado huérfano de conocer la opinión de los líderes de los partidos que han desfilado por la pantalla del televisor en los grandes y graves problemas que ya están presentes el día de hoy. Así, por ejemplo, cuando Sánchez y Rajoy discuten sobre corrupción, el uno le dice al otro “Usted no es decente” y el otro le dice al uno” usted es ruin y miserable” pero ninguno dice que es lo que va a hacer para suprimir la corrupción en su partido y en general. Claro, se me podrá argüir, “Hombre, todo eso es imposible poder discutirlo en  una sola campaña electoral y además  está plasmado en el programa de cada partido”, pero es que en este año que ahora termina, hemos tenido cinco elecciones y los contendientes, por lo general solo se han distinguido por dos cosas: como argumento defensivo el consabido “y tú más” y como argumento ofensivo: abrir la caja de los regalos para atraer cual vendedor de peines al público que se le acerca. En cuanto a los programas, ya se sabe para qué sirven, para cumplirlos  cuando interesa y solo en lo que interesa.
En segundo lugar, no han estado todos los contendientes. Partidos que han hecho una meritoria labor en contra de la corrupción durante toda la legislatura como UP y D no han aparecido por la pantalla, al menos por la mía. Otro partido que nació de la escisión del Partido Popular integrando los principios de ese partido VOX, tampoco ha aparecido. Izquierda Unida que antaño defendía “programa, programa, programa”, quizás como mi tele es más moderna, apenas los he visto. Ahora, los de las colas de caballo al viento, las aprendices de bruja, los que llevan en su grupa a bellezas incombustibles,  y los tristes quijotes, ya saben aquellos de  “lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor” junto al que jugaba al escondite, unas veces te veo otras no, ah, esos a todas horas.
Así  los partidos “reinantes” se han dedicado, unos a realizar fichajes mediáticos, como si de un concurso de belleza se tratara con tal de llamar la atención, y  el PSOE ficha a una Comandante del Ejército para  ministra de Defensa, que el mérito que aduce es el de haberse revelado contra quien tuvo un lio personal, como existen a miles todos los días y se dirimen en los Juzgados o entre familias; también a una sobresaliente de otro partido quitando el puesto a gente del partido que ha trabajado durante toda la legislatura. Podemos, el amigo de la ETA y de Maduro, se fija en  los jueces, esos funcionarios que todos creíamos incorruptos, tontos de nosotros  e  incluye entre sus variados desvaríos a una Juez que tuvo , al parecer un caso parado durante 20 meses porque afectaba a su compañero, y  a otro Juez, quien iba a juzgar a la Infanta Cristina y ha perdido la ocasión de su vida en aras del libertador de la corrupción recién llegado de Venezuela, y como no, a un militar ex -JEMAD, futuro ministro de Defensa de la ínsula   Barataria   y   que en los periódicos se le atribuye como último  mérito el de haber ido con corbata a la fiesta de la Constitución mientras su líder iba  coleta al viento.
En otro caso, se dedican  a piropearse unos a otros. Han detectado quienes son sus enemigos, no sus opositores y les han dedicado sus loas. Así, el Registrador en una de sus continuas frases llenas de filosófica profundidad ha dicho que si se apuesta por Ciudadanos “sería apostar por la nada”. Reconozco que he de releer más a Kant para entender el lenguaje subliminal que un hombre de Estado como el actual “en funciones” quiere decir, no creo que sea tan simple, el Registrador siempre ha sido un hombre de calado, aunque prefiera la horizontal. Pero es que otro de sus ayudantes, esta vez de la rama guanche le empuja diciendo “Aquí no hay fotocopias, hay que  votar al original, hay que votar a Mariano” ¿Quién será el  tal Mariano?  A ver si lo descubro un día de estos.
Esa profundidad de ideas, lleva a unos a jugar al ping-pong a un candidato en  un periódico,  a danzar en un estudio de televisión a otra ayudante de candidato, a tener una entrevista de lo más tierno en la cocina de un actor mediático a otro, a un debate impar en otro caso. En fin, todo humo. No se debaten los importantes problemas de la nación. Y es que en los debates, tal y como están concebidos aquí, un vendedor de peines tienen todas las de ganar ante un Cánovas. La verborrea, el no dejar que el opositor hable, los trucos y las mentiras una detrás de otra, en ese momento televisivo hacen de uno, el vendedor de peines el ganador, y de Cánovas, el perdedor. ¿Quién sale ganando? la emisora de televisión que ha subido el precio de los anuncios y ¿quién sale perdiendo?, el sufrido pueblo español al que se le engaña diciéndoles que esto es la democracia real. Todos, como dice la célebre canción, incluso María Cristina, me quieren gobernar y yo les sigo, les sigo  la corriente...
¿Tendremos que optar finalmente , y parodiando al gran Mingote, por el  “Vote a Gundisalvo, a usted ¿qué más le da” o por el “Estoy dispuesto a salvar a todos los españoles, incluso  a los que no se dejen”?