‘Mareas’ de porteadoras inundan la frontera

Carreras alocadas y empujones para entrar en los polígonos, sobre todo, al conocer que el Biutz cerraba a las 9:00 por el tamaño excesivo de los bultos.

Más desórdenes en una nueva jornada caótica en la misma frontera del Tarajal, el espacio en el que se encuentra la rotonda, la parada de autobús y las cabinas de teléfono. El tramo final de la cola de porteadoras, que discurre por esta zona, sufrió ayer los mayores tumultos de mujeres que, desesperadas, trataban de entrar en los polígonos para cargar un bulto de mercancías y pasarlo por el puente del Biutz hasta la explanada donde los descargan, en el vecino municipio de Castillejos. Poner nombre a la presión que ayer ejercían cientos de mujeres por llegar hasta la Puerta Norte –que conecta el paso fronterizo con los almacenes– resulta harto difícil. Sus movimientos en masa se asemejan a olas que golpean una y otra vez contra el túnel enrejado que vierte porteadoras a las naves. De entre esta ‘marea’ humana, algunas superan los filtros de las fuerzas de seguridad; otras lo intentan en repetidas ocasiones sin éxito y las hay que caen desfallecidas en plena calzada, como ocurrió ayer con una marroquí que fue atendida por los servicios sanitarios y de lo que fue testigo Faro TV. La indignación fue generalizada cuando, sobre las 9:00 horas conocieron que el Biutz había cerrado y, la mayoría, se había quedado sin cruzar un fardo pese a haber pasado la noche en la ‘antesala’ de la Aduana de la Guardia Civil guardando un sitio –antes de la apertura de las naves, había en la zona 450 féminas–. Ante el dato de la clausura inminente del Biutz por el tamaño excesivo de los bultos, decenas de mujeres apostadas tras los taxis estacionados en la parada aprovecharon para emprender una última carrera alocada hacia el túnel de peatones siendo rechazadas por los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) antes de ser dispersadas o invitadas a regresar a Marruecos. El reloj marcaba las 10:00 cuando se difundió que el Biutz volvía a abrirse, por lo que corrieron hacia la puerta principal de los polígonos donde, para su consternación, estaba cerrada aunque, efectivamente, algunos afortunados que permanecieron en el interior del recinto industrial lograron atravesar los tornos cargando un paquete de productos.

La UPR vuelve a apoyar a la UIP en las naves

El tamaño de los fardos ha crecido sin control desde que los auxiliares fueron retirados de los polígonos

“Aquí es cuando empieza la tormenta”. Estas palabras fueron pronunciadas ayer por un agente de la Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo Nacional cuando se conoció que Marruecos echaba el cierre en el Biutz porque las dimensiones de los fardos estaban por encima de las acordadas por Marruecos y España.  Medidas en vigor desde hace meses pero que, desde la retirada de los auxiliares de seguridad privada, se incumplen de forma sistemática. El tamaño de los paquetes ha ido en aumento ya que, cuanto mayor es, más beneficios arroja. Una labor de la que se encargaba Seguriber pero que, ahora, realiza el coordinador de los polígonos y la Policía Nacional excediendo sus competencias. El anuncio de la clausura es uno de los momentos más delicados del servicio en los polígonos del Tarajal. Los porteadores, en avalancha, pueden tratar de alcanzar las consignas donde recogen los bultos ya que, de no conseguirlo entonces, tendrán que esperar hasta el día siguiente para embolsarse esos 70 ó 80 euros por bulto que les traen a Ceuta. La Unidad de Prevención y Reacción de la Jefatura Superior (UPR) volvió a reforzar ayer al Grupo de la UIP ante el elevado número de porteadores –800 hombres antes de la apertura de las naves– y el grado de excitación que presentan estos camalos por las dificultades a las que se enfrentan para llegar al Biutz y los suculentos ingresos que les deparan. Con este refuerzo, y antes de la reapertura del paso de mercancías a las 10:00, los agentes desalojaron la zona de espera entre La Chimenea y Alborán. A raíz de los cierres de las últimas semanas, los comerciantes se comprometieron ayer, por enésima vez, a ajustarse a las medidas de 60x40 en el tamaño de los bultos.